Décima misión del curso de perseverancia: 24 horas de ayuno

Deja pasar 24 horas sin comer nada. Permitido agua o café o té o infusiones sin azúcar.

No vas a morir. Espero.

Intención de meta: ayunar durante 24 horas

Intención de ejecución: decide cuál es tu «última cena», la mía es esta misma noche. Anota la hora en que acabas, por ejemplo: las 22:22. No desayunes. No comas. Espera a que pasen 24 horas. Cuando sientas hambre, aprovecha para experimentar plenamente la sensación de hambre y entrenar la plena presencia. Cuando lleguen las 22:22 del día siguiente puedes volver a comer.

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‘Tomad las rosas de la vida, fugaz el tiempo vuela, las flores que lucen hoy lozanas mañana yacerán marchitas…’         Dance with the devil, por Eddi van W. en flickr: https://flic.kr/p/9Z3Jdk

No dejes para mañana lo que puedas hacer pasado mañana.

~Mark Twain

  • El mejor día para empezar es el lunes: no comas nada mañana.
  • El segundo mejor día para empezar es el martes.
  • El tercero… ya me has entendido. Vence al diablo de orejas puntiagudas de la procrastinación.

Si tienes lo que hay que tener y cumples la misión, entra a este blog y en la sección de comentarios, alardea de tu coraje.

 

36 comentarios sobre “Décima misión del curso de perseverancia: 24 horas de ayuno

  1. Estimadísimo Himo Mínimus y querido camarada,

    Me estoy dando cuenta de que, en este curso de perseverancia, aunque tú seas el primero que realiza todas las prácticas, jugas con gran ventaja sobre el resto de los participantes: los retos los marcas tú y están un paso afuera de tu zona de confort. Estos retos pueden estar a mil kilómetros de la zona de confort de los demás, mientras que, ellos a su vez, tengan retos que a ti te costarían un mundo. Por lo tanto, este curso es muchísimo más difícil para los demás.
    Para compensar desigualdades, te propongo un reto: pide a los participantes que también propongan un reto, haz una lista y escoge tres de éstos. Y practica durante tres semanas las misiones que otros te propongan.
    ¿Aceptas?

    1. Hola Anca Balaj. Como el cuarto trimestre es repaso, quizás entonces. Pero seguramente el jefe ya tiene elaborada la programación. Hay ejercicios de todos los colores, lo importante es practicar y perseverar. Un abrazo.

    2. Sí, recojo el guante y acepto tu reto, Anca. Tienes toda la razón. Voy a pedir a los lectores que propongan varios retos con distintos niveles de dificultad. Y después escogeré tres de ellos, a ser posible que sean más difíciles para mí.
      Pero ten en cuenta que, aunque el desafío de la ducha fría estaba en principio previsto para junio, he decidido dejarlo para bastante más adelante. 🙂

    1. Me comprometo a ayunar 24 horas. Mi yo más desagradable me ha dicho «eso está por ver» y le he mandado a la cama.

    1. Me quedan unas dos horas para acabar el reto. Yo creo que al menos diez personas sin incluirme a mí van a completar el desafío. ¿Qué número dirías tú?

      1. A mí me quedan tres cuartos de hora para un suculento gazpacho y filete de pollo empanado, más fruta. La decisión del aperitivo me corroe.

      2. Reto conseguido. Y sin aperitivo. Pero no puedo alardear porque no ha sido difícil, tal vez porque no he tenido ansiedad. Cuando sentía hambre, lo dejaba estar. Lo más curioso del día es que hoy he resuelto dos «marrones» extralaborales. Ha habido un instante de premeditación, como si pensara que era capaz de muchas más incomodidades. Y lo que más me ha ayudado es la falta de presión. Lo he hecho porque he querido. Muy positivo. Gracias a todos.

  2. Objetivo cumplido. No he comido nada desde el domingo al medio día hasta la cena del lunes. Ha sido duro, pero me he sentido como un rico malcriado. Es divertido ayunar sabiendo que al terminar me espera un festín. Me he acordado de todos los seres que verdaderamente pasan hambre y no encuentran consuelo alguno.
    Creo que voy a repetir el jueves, pero en una versión un poco más larga, desde el miércoles por la noche al viernes por la mañana.
    La práctica nos hace más conscientes.
    Por cierto, la sacarina pasó a la historia. Un abrazo a todos.

  3. Misión cumplida. Algunas punzadas durante el día. Pero sobrevolada la incomodidad con cierta gallardía. Sensación de logro.
    Ya somos tres los que hemos hecho la travesía del desierto: Amparo, Herman y yo mismo.
    Vamos a ver cuántos somos al final de la semana.

  4. Supongo que es aquí donde se deben escribir los comentarios de la décima semana. Aunque con tantas entradas posteriores no sé si la gente volverá aquí a escribir y leer.
    Décima semana de entrenamiento de la perseverancia y el autodominio. Ayuno de 24 horas. Lo he repetido por segunda vez. Un día completo de ayuno, el miércoles. En realidad 33 horas. Desde las 22:00 del martes hasta las 7:00 de jueves. Ha sido una gran experiencia. He aprendido mucho en todos los sentidos. He tomado consciencia de muchas cosas. De como nos hemos vuelto inconscientes y tontos. De lo relativas que son las cosas. Del sufrimiento de todos los seres vivos. Y de que el único camino para evolucionar conscientemente es practicar y practicar, porque como dice el gran minimalista Roberto Sánchez, «todo es mentira excepto lo que experimentamos».
    Un abrazo a todos.

    1. Yo más que el «todo es mentira», de Roberto, suelo decir «no hay que creer demasiado en nada… ni demasiado poco». 33 horas es todo un récord. Enhorabuena.

  5. Voy a fracasar hoy pero quizas no mañana. Desde ayer a las 23 no he comido nada a excepcion de cafe, agua, y un par de sopas miso, no se podia pero a mi me parecia valido un caldo.
    He dicho q voy a fracasar pq hoy tengo una cena pero leyendoos me he dado cuenta q son solo 24 horas, por tanto hoy a las 23 habre cumplido mi mision y puedo cenar, me queda lz tarde claro pero no se porque lo veo factible.
    Me apetece comer pero mas bien por el placer q me da pero no por hambre. Veo mi cabecita hablandome en plan colega, contandome milongas sobre que mas da, unas patatas y una cerveza… mujer, q la semana ha sido dura para no darte un homenaje… y mil boicoteos más.
    Bien, me gusta verme pq este ejemplo es lo q hace a gran escala cuando quiere joderme otros propositos.
    Sere capaz de pasar la tarde?…. tic tac tic tac

  6. con seguido! llegué a las 24 horas sin comer nada. Interesante ejecicio, había hecho semiayunos y otras cosas pero en este me he sentido más consciente de lo que es la determinación y la decisión en algo. cuando uno quiere y va a por ello puede, a pesar de la incomodidad que genera y el deseo. Mi reto ahora sería hacerlo en otras cosas que me hacen sentir muy miserable y que me cuesta sostener… y que acabo sucumbiendo por miedo, por ansiedad, incertidumbre…
    voy a ver si puedo por una sola vez no hacerlo. esta tarde es un ejemplo de esto que explico.
    gracias

  7. Misión cumplida! Y he de decir que con relativo poco esfuerzo y de forma muy satisfactoria. La ocasión me sirvió para comentar el tema con compañeros de trabajo. La mayoría afirmaba no poder hacer algo así, «me moriría de hambre» «me entraría muy mal humor» «me marearía»… Estamos rodeados de blandos!!

  8. Lo conseguí!! Fue desde las 14:00 del miércoles a las 14:00 del jueves, tras una buena comida me mantuve entretenido a la hora de la cena para evitar tentaciones, las horas de sueño hicieron la espera más llevadera y pasé con un café por la mañana y agua hasta la hora de comer. Esa mañana tuve momentos de sensación de hambre pero como estaba mentalizado con el reto lo superé más fácil de lo que pensaba.

    1. Nunca es tarde si la dicha es buena. Estaba esperando a los rezagados para escribir el artículo de revisión de la práctica y felicitar a todos los que la han hecho.

      1. Entonces aporto con mi experiencia:
        Domingo a la noche. Me entero de la experiencia pero el diablillo me dijo «hoy cenaste poco, mejor dejar la prueba para mañana cuando estés mejor preparado»
        Martes, desayuné y después recordé el reto. Pasa para mañana.
        Miércoles, un almuerzo de trabajo con asado (barbacoa). El asado es muy rico y podrías ofender al asador no comiendo, así que lo mejor es dejarlo para otro día.
        Jueves: Tienes todo el resto de la semana para intentarlo, mejor después.
        Viernes: Luego de 14 hs de ayuno, invité a mi novia un pancho (hotdog). No tenía hambre ni molestia, fue una decisión inconsciente, a la salida de un mall.
        Sabado: Cena con amigos, ya empiezo a notar que no voy a lograrlo esta semana, pero sin asumirlo.
        Domingo: Finalmente, lo dejamos para la próxima semana.
        Lunes 2: Hoy es Lunes, encima de todo ayuno? mejor mañana…
        Martes: Con todo lo aprendido de la semana anterior, pude esquivar las tentaciones, estar atento a los impulsos y lograr 25 horas de ayuno, que premié con una fruta y a dormir.

  9. Holaaaa! Ya llevo varias semanas o cada quince días en algunos casos ayunando 24 horas, lo máximo que he conseguido son 48 horas hace algo menos de una semana. Así que aprovechando el reto de esta semana trataré de superar la marca y conseguir dos días y medio o tres. Ya os cuento.

  10. !Misión cumplida, comandante! Le informo que solo sentí unas 3 veces la sensación de hambre, por lo demás no hubo novedades, salvo que utilicé este ayuno de 24 horas para ser más productivo con las tareas, tanto las de mi colegio como las mis tareas personales, hice esto ya que al no tener que comer, uno tiene más tiempo 🙂 .

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