Sexta misión del curso de perseverancia: lentitud deliberada

«La velocidad puede darte un sentimiento de excitación, y hay lugar para ello en la vida y en la música», dice Kliemt. «Pero tienes que dibujar la línea y no siempre hacer uso de la velocidad. Es tonto beber un vaso de vino rápidamente. Y es estúpido interpretar una pieza de Mozart demasiado rápido.

–Carl Honoré, en Elogio de la lentitud: desafíando el culto a la rapidez

Durante siete días vas a ralentizar el ritmo al que haces las cosas. En esta práctica no establecemos disparadores concretos para acciones  particulares, a diferencia de las anteriores. Se trata de que asumas una  actitud general de lentitud, de parsimonia incluso.

Sé lento, sé bello.

Para recordártelo, lleva contigo todo el día una tarjeta con el nombre de la práctica o ponte un anillo o una pulsera que te recuerde ralentizar el ritmo al que haces las cosas.

Este reto te sacará de la zona cómoda

 Esta práctica es especialmente difícil. Te la propongo para mostrar un ejemplo de un principio o intención general en el que tienes que buscar y detectar las ocasiones en tu vida cotidiana para aplicarlo. Podría convertir esta actitud en un conjunto de reglas o intenciones de implementación, pero en esta semana te dejo el trabajo a ti.

En la primera reencarnación, en el curso de atención plena, llevamos a cabo la práctica de conducción minimalista: con plena atención, con cierta parsimonia, sin querer adelantar a nadie, sin apresurarse por arañar unos metros o unos minutos a los otros conductores. Esa práctica te sirvió para conocer los placeres de la lentitud.

Date cuenta de que saborear los momentos puede ser tanto un ejercicio de de atención plena, como uno de voluntad y autorregulación.  Según veremos más adelante, el control de la atención y la perseverancia y la voluntad están inextricablemente unidos. Los tres hábitos que cambiarán nuestras vidas son sinérgicos, se apoyan mutuamente y afectan a casi todas nuestras experiencias vitales.

Durante todo el año 2014 seguiremos entrenando la atención plena y la perseverancia mediante misiones, prácticas y desafíos semanales.

13 comentarios sobre “Sexta misión del curso de perseverancia: lentitud deliberada

  1. Iba a a decir que esta consigna es fácil para un lunes… Pero, claro, lo de hoy no es lentitud deliberada; es lentitud porque no queda más remedio, lentitud con sabor a trauma pos fin de semana. Anotado está: «Tremendosky: sé deliberadamente lento cuando veas que te embalas».

  2. Este es un reto en mayúsculas para mi, acostumbrada a ir siempre corriendo de aquí para allá. Veremos de lo que soy capaz! 🙂

  3. Vamos allá!! Aunque hay semanas que consigo hacer los retos o misiones poquitas veces, sigo aquí, al principio esas poquitas veces me parecían un fracaso pero ahora me lo tomo con mucha tranquilidad y como un cambio a largo plazo que va paso a paso y como bien dices aunque sea una sola vez también es valido.
    Como anécdota , mis hijas me dicen… mamá ¿ya no esperas los dos minutos antes de comer? jejeje … están atentas a todo.

  4. «Sonríe, respira y ve despacio.» ___Thich Nhat Hanh____

    Esa frase estoy casi seguro que la encontré en este blog hace tiempo. Es uno de los mejores consejos que me debería de aplicar a mí mismo.

  5. No se si se podrá aplicar a mi porque de normal ya hago las cosas bastante lentamente, menos conducir y el deporte, el resto dicen que soy muy lento. Me lo han dicho toda la vida incluso mi madre ya me lo decía. Lo curioso es que a mi no me lo parece, pero para que algo me salga bien tengo que ir a mi ritmo, y ese ritmo según el resto es lento. Cuando intento hacer el trabajo mucho más deprisa me sale mal.

    En fin, intentaré hacerlo con más calma a ver si ya lo bordo.

    1. Pues podrías probar con el conducir y acabar de bordarlo. Mira el artículo de conducción minimalista…

      «Para que algo me salga bien tengo que ir a mi ritmo».-> me parece fundamental esta observación. Y creo que hay que tener un cierto coraje para seguir el propio ritmo y no compararse con los demás.

      Como sabes, la lentitud suele ser interpretada como torpeza mental y la rapidez como brillantez. Si eres lento, es porque no dominas el tema; si eres rápido estás mostrando tu habilidad e inteligencia en todo su esplendor.

      El sistema educativo promueve mucho la rapidez sobre la lentitud, las modalidades más contemplativas de la mente y la observación de los propios ritmos al imponer un marco de progreso homogéneo para todos.

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