Hoy, leyendo un libro sobre la distracción, la atención y el entorno digital, me dio ganas de escribir algo en el blog; en su lugar, acabé poniendo una simple, y creo que sugerente, foto de Mark Zuckerberg caminando ufano y ligeramente sonriente en un auditorio al lado de una masa de gente inmersa en la realidad virtual: ¡qué gran metáfora de lo que nos espera! (o más bien de lo que ya está aquí hace mucho tiempo).
Bien, el hecho es que después apagué el portátil y seguí leyendo. Unos veinte minutos más tarde, siento la punzada mental de ver si alguien ha comentado algo, vuelvo a encender el portátil y me encuentro entrando en el blog. Me sorprendo tristemente en este comportamiento reactivo-narcisista y me digo que al menos he de sacar partido a esta flaqueza mía y, haciendo del vicio virtud y de tripas distraidas corazón altruista y utilitario, decido escribir un comentario a mi última publicación (que no artículo) para que sirva de aviso y escarmiento a todos aquellos que creemos que estamos libres del influjo de lo peor de la cultura digital y la ubicua distracción.
Tiempo sin saber de ti… al menos sabemos que estás vivo. Echo de menos tus post. Si vuelves a escribir te podemos prometer todos los oyentes que no te vamos a dejar comentarios para no alimentar tu ego narcisista 😉
Hoy, leyendo un libro sobre la distracción, la atención y el entorno digital, me dio ganas de escribir algo en el blog; en su lugar, acabé poniendo una simple, y creo que sugerente, foto de Mark Zuckerberg caminando ufano y ligeramente sonriente en un auditorio al lado de una masa de gente inmersa en la realidad virtual: ¡qué gran metáfora de lo que nos espera! (o más bien de lo que ya está aquí hace mucho tiempo).
Bien, el hecho es que después apagué el portátil y seguí leyendo. Unos veinte minutos más tarde, siento la punzada mental de ver si alguien ha comentado algo, vuelvo a encender el portátil y me encuentro entrando en el blog. Me sorprendo tristemente en este comportamiento reactivo-narcisista y me digo que al menos he de sacar partido a esta flaqueza mía y, haciendo del vicio virtud y de tripas distraidas corazón altruista y utilitario, decido escribir un comentario a mi última publicación (que no artículo) para que sirva de aviso y escarmiento a todos aquellos que creemos que estamos libres del influjo de lo peor de la cultura digital y la ubicua distracción.
Todo parece indicar que la realidad, o esta idea de la realidad, la real, es insuficiente para nuestras aberraciones.
Tiempo sin saber de ti… al menos sabemos que estás vivo. Echo de menos tus post. Si vuelves a escribir te podemos prometer todos los oyentes que no te vamos a dejar comentarios para no alimentar tu ego narcisista 😉
Gracias por el aviso y escarmiento (a mí también me pasa). Me alegra que estés de vuelta.
Hola!. Hoy en entrado por casualidad y veo que has vuelto a la vida digital. Gracias, se te echaba de menos amigo.
¡Gracias por volver! Seguimos en contacto por estos comentarios de D-os