Sembrando tempestades mejoran las cosechas
–Casi dos meses después del inicio del Proyecto 52 estos son los resultados provisionales. He celebrado 8 comidas, alrededor de una por semana, con un «friki» distinto cada vez siguiendo mi regla de las cuatro efes, F.F.F.F.
–
–
Algunas notas sobre el proyecto
El anuncio del proyecto fue el 5.2.13, pero ya lo había iniciado informalmente dos semanas antes.
Alguna semana podéis ver dos puntos en el gráfico de avance, pero a efectos del proyecto 52 solo contabilizo como uno. Esas son semanas en que he he comido con alguna persona con la que previamente había comido. Puesto que busco la variedad, no tendría mucho sentido que repitiera una y otra vez con las mismas personas de mi círculo actual. Puedo hacerlo, pero no computan.
No voy a entrar en el detalle de ninguno de los encuentros, pues una de las característisticas del proyecto 52 es la confidencialidad. No obstante, la persona que participe en el proyecto puede escribir lo que quiera sobre el encuentro en su blog o donde le plazca.
La confidencialidad es mi política por defecto: a menos que la otra persona explícitamente me diga que no es necesaria la confidencialidad o que no la desea, yo no daré detalles personales en mis comentarios en el blog y fuera del blog.
Tengo 4 candidatos a más de 400 km. de distancia y con los que espero encontrarme a lo largo del 2013.
Algunos comentarios al azar
Las personas con las que me he encontrado han sido de origen diverso:
- Dos compañeros de mi clase de teatro.
- Un amigo de un compañero de mi grupo de teatro.
- Una persona que conocí en un bar a través de mi hermano.
- Dos lectores del blog. Aunque uno de ellos me conocía de una ocasión en la que coincidimos hace dos años y medio, pero no habíamos vuelto a tener contacto.
- Una persona a la que conocí en un curso de verano el año pasado.
- Un amigo «friki de toda la vida», que vino a visitarme después de un accidente que tuve en febrero.
Cuatro personas han sido participantes conscientes en el proyecto y cuatro han sido participantes inconscientes en el proyecto. A estos les he mantenido en la inconsciencia porque una vez que estaba con ellos pensé que no añadía nada el decirles que estaban comiendo conmigo porque participaban en un proyecto personal, por muy experimental y simpático que quisiera hacerlo parecer.
Otro encuentro, resultante del proyecto, que no cuenta a efectos del proyecto 52, pero que quiero reseñar, fue el de una «degustación de creatividad» vía skype (no, no penséis cosas sucias, ahora me explico). Puesto que los encuentros del proyecto 52 han de ser necesariamente presenciales no computa para el proyecto.
Estas degustaciones de creatividad , talleres de creatividad gratuitos para una sola persona vía internet, fueron inspiradas por mi Proyecto 52 según su autora, una entrenadora en creatividad y escridibujante. También he tenido noticia de algunas personas que espoleadas por el proyecto 52 han concertado cafés o charlas con personas desconocidas «ignorando el factor psicópata», que –seamos realistas– no es incompatible con el factor friki.
Mis comensales o contertulios han sido extremadamente puntuales, el retraso más grande ha estado en unos diez minutos. Ciertamente, yo siempre he estado allí para comprobar que eran puntuales. En todos los casos su puntualidad no ha sido una virtud inútil.
Las conversaciones han sido sin excepción fluidas y muy animadas. En varias ocasiones extendimos la comida a una tertulia con café después de la comida. Los temas han sido variopintos.
Mensajes en una botella
En una de las comidas mi interlocutor me sugirió una idea para captar participantes en el proyecto. Propuso introducir una nota al final de un libro que me gustara en una biblioteca pública, y dejar mi e-mail o teléfono para que la persona que la encontrara me escribiera o llamara. Después nos encontraríamos para comentar o charlar sobre el libro. Me parece una excelente idea que incorporaré a mi repertorio de técnicas de captación de sujetos para el proyecto 52.
La ventaja de este método es que me permite tener una selección de frikis más amplia: no serán gente de mis círculos sociales o virtuales, será gente que haya disfrutado con los libros que yo he disfrutado. También tendrán un cierto espíritu aventurero que les permitirá concertar una entrevista con un extraño y tomar la iniciativa para ello. Además, me facilita el trabajo: me dedico a sembrar y después espero a que llegue la cosecha de encontradores de notas en libros.
El inconveniente es que la cosecha será muy incierta, no tengo ni idea qué porcentaje de personas accedería a una propuesta como esta. Por ello, será necesario que lance al mar de los libros de la biblioteca muchas botellas con mensaje.
El límite entre lo atractivo y lo alarmante es borroso. No querría ahuyentar individuos aptos con un exceso de excentricidad ni parecer un naúfrago social. Creo que sería bueno incorporar a mi nota en el libro la referencia al artículo del blog donde anuncio el Proyecto 52.
Una cosa llevó a la otra
En varios de mis encuentros, he pedido o han surgido referencias para otras reuniones. En una de ellas, mi contertulio me sugirió hasta tres posibilidades distintas entre sus conocidos y familiares. Hace un par de días me ha puesto en contacto vía e-mail con un amigo suyo al que tengo que conocer.
En una comida surgió el nombre de una persona que conocía a través de lectura de un libro de ensayos. Como mi compañero de comida la conocía, me ofreció el ponerme en contacto para concertar una comida o reunión. La persona en cuestión educa a sus hijos en casa, fuera del sistema educativo formal en régimen de homeschooling. Yo soy defensor y evangelista del unschooling, así que sería interesante conocer a una persona que también se atreve a asumir una posición impopular y ser consecuente con ella.
En otra ocasión, escribí un e-mail a una persona relativamente conocida en su campo (de renombre internacional) y le invité a comer. Me respondió amablemente diciendo que nunca comía fuera de casa, pero que podía ir a su despacho. Me pidió que me pusiera en contacto con su secretaria para concertar la entrevista. Me lo he estado pensando durante varias semanas y todavía no me he decidido. No me acaba de agradar del todo que la gente me conceda audiencias, por muy friki que sea el personaje. Creo que va un poco contra el espíritu del proyecto 52, pero no lo descarto. En la variedad está el gusto.
En otra comida, pedí a una persona que ofreciera a un amigo suyo escritor el participar en el proyecto 52. Me dijo que lo haría. No he vuelto a tener noticias.
En varias de las comidas han surgido oportunidades de colaboración que a priori nunca se me habrían ocurrido. En todas las comidas surgieron ideas que catalizaron o encendieron ideas previas.
¿Y ahora qué?
Es probable que en las próximas semanas tenga una cena privada con un friki del Congreso de los Diputados español. Pero será una cena en grupo, así que por muy friki que sea el sujeto no contabilizará para el proyecto 52.
Sigue habiendo slots de sobra a lo largo del 2013 para que los lectores del blog me propongan candidatos, o –si son más audaces– se postulen ellos mismos.
Artículos de la serie Proyecto 52
Proyecto 52 comidas F.F.F.F-Regla de las 4 efes Informe de avance del proyecto 52 comidas al 19.3.13 Proyecto 52: ¿con quién comeremos la próxima semana? Autodidactas e interdidactas
Sustooooo el que me he llevado al leer tu referencia. Luego la sensación se ha tornado en complacencia y ahora en curiosidad.
Me ofrezco para formar parte de tu proyecto si te dejas caer por Galicia.
Hablas de comidas de dos pero por qué no de tres si la situación geográfica lo permite. Yo no tengo problema con los tríos.
A mandar.
Si se trata de Galicia, haremos una excepción entonces. Pero máximo tres. Más de tres son multitud. Cuando vaya por allí te lo diré. Saludos y enhorabuena por la audacia.
Muy interesante. Ya me gustaría a mí hablar con alguien sobre el homeschooling.
Lo de la biblioteca y el libro está muy bien. Añadiría un matiz diferente: poner la nota en un libro que cuando lo ves dices «pero quién c*** puede leer este libro». Así se mantiene la idea de conocer gente que nos explicaría sus motivaciones, diferentes de las nuestras….. aparentemente.
Esta idea es también muy apropiada. Elegir libros que nunca elegiría. Por ejemplo, de temática feminista, de cocina o de bricolaje.
Mejor dejar una nota en el libro que el teléfono en el baño de hombres desde luego. Tu experiencia con el proyecto 52 es muy interesante. Si me pides mi opinión ( frase que siempre antecede a dar una opinión no pedida) no computaría ni la comida con el miembro del Congreso ni la de la «audiencia». Creo que va un poco contra el espíritu del proyecto 52, en el sentido de que ha de partir la proposición de los participantes y que ha de existir una horizontalidad ( en el mejor de los términos) entre los comensales.
En todo caso es reseñable tu afán de experimentación. Me imagino la cara del que abra un libro y vea tu nota. ¿Pensará que eres un asesino en serie o un homosexual adicto al dogging? Quizá, para conseguir más posibilidades de éxito sería conveniente hacer constar en la nota que se trata de un experimento y remitirle a la web.
Incluso podríamos hacer apuestas sobre el tipo de persona que podría leer el libro y responder al mensaje.
Lo del «dogging» me ha dejado estupefacto. ¿Qué es el dogging?
Acepto tus mociones: nada de congresistas, ni de audiencias.
Me encantaría comer contigo en… ¿Madrid?
Sí, últimamente la mayor parte del tiempo estoy en Madrid . Sugiere un día de esta semana o la próxima que te venga bien, si te parece. Tienes mi correo en la sección «Metablog».
Será un placer.