Cada vez que sientas un deseo o impulso de hacer algo, como por ejemplo rascarte un picor, tomar una chocolatina, comprar una prenda de ropa, tomarte un descanso, etc., haz una nota mental de ello y ponle nombre: “impulso de rascarme”, “impulso de tomar una chocolatina más”, “impulso de salir corriendo cuando tengo que hablar en público”, impulso de replicar a un dato erróneo que alguien me acaba de dar”, etc. Después de la nota mental, puedes satisfacer el impulso si así lo deseas.
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El disparador es el impulso o deseo urgente de hacer algo o de dejar de hacerlo. Observarás que a lo largo del día hay innumerables impulsos. Te darás cuenta de hasta qué punto nuestra vida mental está colonizada por deseos más o menos efímeros.
Como reto adicional, podrías llevar la cuenta o imponerte una cuota diaria de impulsos o urgencias detectados. Por ejemplo, «voy a detectar 25 impulsos». Podrías dibujar un palote por cada impulso y agruparlos en grupos de cinco, como si fueras un preso contando los días que lleva encerrado.
Siendo más consciente de los impulsos también te haces menos dependiente o esclavo de ellos. El instante de conciencia del impulso permite enfríarlo y proporciona un espacio mental para reconsiderar si hay que satisfacerlo. Muchas veces te das cuenta que la mera conciencia del impulso hace que te sientas menos propenso a satisfacerlo inmediatamente. El beneficio más importante de esta práctica es que te volverás menos reactivo.
En el entrenamiento del segundo hábito en el segundo trimestre de 2014 veremos cómo esta conciencia ampliada de impulsos y deseos será una gran ayuda para favorecer la autorregulación.
Coincide con el tema en el que he estado ocupado hoy. Añadiría que es importante que te repitas afirmaciones positivas sobre lo bien que resistes el impulso y que te recuerdes que cualquier impulso pasará.
Por cierto acabo de detectar que me pica una pestaña. Hace siglos que no sentía eso. Es influjo benéfico por detectarlo o es que la entrada hace que me pique la pestaña. Intriga.
En este curso estamos siendo muy graduales y por eso en esta práctica no pido que nos resistamos al impulso, solo que nos hagamos conscientes. La resistencia al impulso la dejo para el segundo trimestre, cuando practiquemos la autorregulación.
Para autorregularse hay que empezar con la conciencia para luego intentar la resistencia al impulso.
Como ves, es un entrenamiento minimalista que pretende aislar los elementos más pequeños de la conciencia, uno por uno. Primero vamos a establecer fundamentos sólidos.
[No sabía que las pestañas pudieran picar]
Ponle nombre. «Esto se llama…».Buen ejercicio.
Para contribuir con la motivación propia y ajena renuevo mi compromiso de continuar con el curso de atención plena y además me comprometo a leer con detenimiento todos los comentarios que escriban los compañeros de viaje.
Es cierto IVAN que los impulsos pasan.
Homo Minimus, me ha gustado una cosa que has escrito en la presentación de la práctica que viene a resumir la esencia del trabajo de atención, más o menos dices que «un instante de consciencia es una oportunidad para reconsiderar una acción».
Primer impulso, escribir aquí para decir «Vamos allá». Tomo nota y satisfago el impulso, como decimos por aquí, «a casico hecho». Un saludo.
Muy interesante el tema de las «reaccciones» y de los impulsos. Siempre he considerado que la acción es positiva en tanto que la reacción es de signo negativo, Las reacciones, casi siempre, nos crean problemas y malestar, entorpecen las relaciones con los demás y nos solemos arrepentir de ellas.
Por tanto, la consciencia genera acciones y la inconsciencia reacciones. Pero estar siempre consciente es imposible y agotador. Lo ideal sería reprogramar nuestras creencias para tener reacciones positivas. Y nuestra mente se reprograma creando hábitos.
Sigo aqui, no escribo mucho pero sigo 🙂
Me alegro Piyei de que sigas. Así nos motivamos unos a otros.
Llevo unas semanas siendo bastante impulsiva. Parece que estas prácticas se adaptan mágicamente a mi día a día. Veremos qué tal lo llevo.
Yo también sigo aquí, y os leo, en silencio.
Ahora, tomando conciencia de mi impulsividad.
¡Bravo! (fue un impulso no controlado)
Yo también continuo, aunque esta semana me estoy dando cuenta de cuantas cosas me hacen clic en la cabeza, un vaso de agua cuando estoy acabando un informe, querer gritar en medio de la mañana (en este me adelanto al segundo trimestre), y sobre todo me doy cuenta que soy un hombre y tengo que tratarme, porque me doy cuenta de cuanto impulso sexual genera mi cabeza (en este también me adelanto al segundo trimestre :-)).
Seguimos en el camino dando el octavo paso, poquet a poquet…
Los impulsos solo los veo después de que pasan, en el momento no me doy cuenta de que realmente he actuado impulsivamente, pero al llegar a casa pienso … (Para que habré comprado tanta lana si solo iba a coger un ovillo… y ¡me vengo con 5! ).
Con el curso me doy realmente cuenta de lo inconscientemente que vivo y aunque haya muchos momentos que se me escape hacer la tarea, por muy pocos que haga me benefician mucho.
A mi también me pasa igual Mabel, me suelo dar cuenta cuando ya ha pasado…Pero al menos ya somos conscientes de que lo hemos tenido, de aqui a final de semana seguro que los identificamos. 😉
Un saludo a todos.
Bueno.
Difícil tema.
Creco que soy consciente de mis impulsos, otra cuestión es querer controlar-los.
Bien.
Oservación → Consciencia → Meditación → Acción.
O C M A
Tomo esta secuencia esta semana, a ver que pasa.
Muy bien. Y si la secuencia se repite muchas veces creamos un hábito.
Todos los desafíos semanales han sido excelentes y su práctica mucho bien me está haciendo. Mas el reto de esta semana me parece super fantástico y me viene como anillo al dedo a mi necesidad de trabajar en ser consciente de mis impulsos y sobre todo menos reactiva. Abrazos desde Uruguay.
Un saludo, María del Carmen!
Octava semana: se consciente de tus impulsos.
Sigo estudiando la asignatura de la atención plena dentro de mi plan personal de liberación. Cada día escribo, cada semana hago un comentario y aunque ya lo hacía, ahora también leo con atención cada comentario del grupo.
Progresar en atención plena es otra historia. He utilizado la frase “esto se llama impulso de…” pero debo reconocer que mis preocupaciones de superviviente me tienen atrapado en el laberinto. A veces me pregunto si no es una batalla perdida. ¿Hasta que punto soy capaz de cambiar mi cerebro animal, primitivo, inconsciente y mecánico, programado para la supervivencia y lleno de telarañas? ¿Es cuestión de genética o existe la neuroplasticidad? ¿Es hardware o software?
En las películas de ciencia ficción, hay ordenadores que se vuelven inteligentes. Tal vez sea eso lo que le esté pasando al “homo sapiens” y el punto de partida sean los instantes de consciencia que nos permiten reconsiderar nuestras acciones y a base de reconsideraciones cambiamos los hábitos y cuando el hábito esta creado nuestra mente ha cambiado.
Por tanto, el hábito de crear instantes de conciencia sería la chispa de la evolución y el libro de Homo Minimus “Los tres hábitos que cambiarán tu vida” una genialidad.
Solo queda esforzarse al máximo para llevarlo a la práctica y lo que mueve montañas es la motivación, así que busquemos motivación aunque sea debajo de las piedras.
No sabía que mi día a día estaba lleno de impulsos y que además podían ser controlables.Ser consciente de que puedo ser menos impulsiva me ayudará a conseguir un mejor estado de control.
Saludos
Hola, buen día. Recién tomé nota del curso. Respecto al tema les comento que practico una recomendación que leí en un libro de Krishnamurti: «Ni por un instante dejar de observar los pensamientos, ni de preguntarse porqué piensa lo que uno piensa». Además recomendaba que todas las noches uno debiera llevar un diario en el cual anotar los pensamientos y sentimientos que habían cruzado la mente durante el día para así lentificar el proceso del pensar y ser consciente de él. Saludos desde Bs As.