La infoxicación es sobre todo una cosa que nos hacemos a nosotros mismos.
–Homo Minimus
Está en nuestras manos controlar el flujo de entrada de información.
Tres acciones:
– Reviso el correo y el buzón de voz máximo dos veces al día. No más. Nunca al comienzo del día [Razón: ver Empezar el día sacando]. No uso correo móvil, Blackberry o similares, ni llevo el móvil encendido. Si es posible convierto el móvil en un teléfono fijo.
– Elimino TV, Radio y periódicos. Sustituyo ese tiempo por el silencio, el contacto presencial con seres humanos, el ejercicio físico o la observación inteligente.
-Elimino el cine indiscriminado. Sólo veo películas comerciales en compañía y por motivos sociales. Elijo películas «distintas», que aporten algo.
Lo importante no son los detalles concretos de estas acciones, más o menos discutibles, sino la intención subyacente de no aceptar el estado de cosas y el tomar conciencia del tipo y frecuencia de información que quieres que haya en tu vida.
Decía Borges que leer una vez al año el periódico era suficiente. Estando de acuerdo con vosotros dos en general, voy a intentar discrepar un poco. El mismo hecho de hacer este blog, y de tener conocimientos amplios sobre los temas que se exponen es también fruto de NO haber sido demasiado selectivo en el pasado ante todo tipo de ideas. A veces, no como norma de vida, es quizá bueno pasar por épocas de intoxicación, infoxicación, y de alta absorción de información de todos los colores. ¿Como valorar una obra artística de máximo nivel si te cerraste a las mediocres? ¿Cómo valorar una novia, un gran amigo si no sentiste antes la punzada de la mediocridad? Esta sería una razón. La otra sería que el cerebro necesita absorber masivamente para crecer. Luego sintetiza, y filtra. A veces nos surmegimos en un campo que nos parecía estéril y aparecen pepitas de oro y el consiguiente crecimiento. Dejo pues abierta la cuestión sobre la reducción del input, porque no se dar respuesta sobre como combinar el minimalismo informacional con el estímulo y riqueza de algún atracón de información. Espero alguna sugerencia Homo Minimus. Un saludo.
Nietzsche a su vez decía que el fragor del mundo debía llegarnos como un callado eco. No se trata de cerrarnos al caudal de información que nos permita enriquecernos sino tomar un papel activo en su control. Si dejas que entre lo que venga, terminarás muy fácilmente atendiendo a lo que suena más fuerte y se repite más, esté eso conectado con tus proyectos o no. La publicidad y el marketing se encargan de hacer que todo suene fuerte y se repita. Sólo por casualidad lo que le interesa al marketing te interesará profundamente a ti. Por ello hay que elegir los canales de información que te convengan y ser selectivo en el flujo, que en principio puede ser ilimitado. Los estímulos pueden venir también de dentro, no de fuera, y puedes construir muchas cosas con la reflexión. Hoy en día creo que nadie está falto de estímulos, sino al contrario, casi todos estamos sobreestimulados y posiblemente en direcciones que no queremos que nos estimulen: deporte, consumo vacío, entretenimiento vacuo.
De todos modos creo que este comentario tuyo merece un artículo o varios, y espero que próximamente pueda desarrollar estas ideas.
en cual libro de nietzsche viene esa frase? soy fan de nietzsche.
No recuerdo el lugar concreto. Quizá fue en un libro de aforismos de Nietzsche. Intentaré buscar la referencia. Me pongo un límite de 3 días para ello (hasta el 15.7.11). Si no lo encuentro, tendrás que quedarte con la idea y con la duda sobre su procedencia.
Siempre que uso una frase de otros o idea singular intento referenciarla, pero en este caso sólo puedo aportar (por el momento) una vaga referencia al autor. En todo caso, la idea casa muy bien con el carácter de Nietzsche y su gusto por los aforismos.
Ahora que recuerdo Nietzsche menciona (me parece que en «ecce homo») que en sus épocas de intenso trabajo no se veía ningún libro a su alrededor, claramente era su forma de reducir el input. También decía que no formaba parte de su naturaleza leer muchas y distintas cosas por lo que solo gustaba de leer unos pocos autores, aunque aquí la palabra «pocos» se debe tomar en términos relativos.
OBSERVACIÓN INTELIGENTE del entorno y de mi mismo: Estar atento, sin dejar que la inercia de mis pensamientos y acciones repetitivas a lo largo de la vida contaminen una vez más mi opinión, mi acción y mi reacción, impidiendo ascender a niveles superiores de consciencia en los que el yo idea y el yo ideal dejan de tener valor.