Conciencia de la finitud y cambio de rumbo vital

Escribía Montaigne, recogiendo el tema clásico del Memento Mori («Recuerda que vas a morir»), que debíamos vivir con una ventana mirando al cementerio.

La muerte, con su promesa segura de finitud, convierte el tiempo vivido en un bien escaso y eso, subjetivamente, convierte a la vida en algo más valioso. La cercanía a la muerte o la amenaza a la vida, un susto existencial, aumentan la perspectiva y también la intensidad derivada de la conciencia de nuestra vulnerabilidad.

El Dr. Johnson escribió: «Cuando un hombre sabe que va a ser ahorcado en quince días, concentra su mente maravillosamente.»


Es un lugar común decir que nuestras sociedades contemporáneas esconden la muerte y cualquier tema relacionado con la muerte, porque el enfrentamiento del hombre con su radical destino no es algo que venda o que pueda explotarse fácilmente desde el punto de vista comercial. Los cementerios alejados del centro de las ciudades, los tanatorios, los blancos y asépticos hospitales, las promesas transhumanistas de vida ilimitada, son todos exponentes de este intento de exorcizar la visión de la muerte.


En situaciones dramáticas a las que acabas sobreviviendo, se abre una ventana de oportunidad en la que puedes considerar tus decisiones vitales y el curso de tu vida para así re-priorizar tus acciones y sus metas.
Pero hay un gran peligro, que, pasado el susto, retomes los viejos modos de existir: cuando la espada de Damocles deja de pender sobre el cuello, o al menos pende a una mayor distancia, es muy fácil volver a la condición anterior, al modo habitual de hacer las cosas.
Por eso hemos de recordarnos continuamente nuestra finitud, pero no para enviar a todos nuestros jugadores, incluso al portero, a rematar al campo contrario, intentando remontar el partido en tiempo de descuento; es mejor aprovechar la oportunidad para recordar que el propósito en la vida, nuestra misión en la vida, tiene menos que ver con nuestra pequeña felicidad o pequeños deseos que con la manera en que nos relacionamos con el mundo y lo absoluto, con algo que va más allá de nosotros mismos: nuestra pequeña aportación a un fin más grande.
En términos de teoría de juegos filosófica, deberíamos pensar más en juegos infinitos: los que continuarán sin nosotros cuando no estemos.

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8 comentarios sobre “Conciencia de la finitud y cambio de rumbo vital

  1. Hola HM!

    Hace unos días volví a escribir, después de tantos años desde que abandoné mi blog sobre minimalismo existencial. Tu último artículo me recordó que si me muero sin darle otra oportunidad a la palabra escrita, desapareceré en la nada sin dejar un legado 🙂

    Estoy explorando Substack. ¿Lo conoces? Te la recomiendo muchísimo. Tiene algo que recupera el espíritu de los blogs de nuestros anhelados viejos tiempos, pero con herramientas muy actuales y una comunidad que parece estar despertando.

    Por ahora la audiencia en castellano es pequeña, pero crece rápido. Y creo sinceramente que tu voz encajaría allí como anillo al dedo. Sería hermoso verte publicar allí.

    Te dejo mi primer artículo, por si te interesa echarle un vistazo: https://alexisvale.substack.com/p/i-got-bruce-lee-abs-at-46-and-they

    ¡Abrazo fuerte! Alan

    1. Hola, Alan, ¡cuánto tiempo! , qué alegría saber de ti. Me alegra que quieras volver a escribir. Yo, por lo pronto, ya me he suscrito a Hidden Frameworks.

      Tu primer artículo (I Got Bruce-Lee Abs at 46 (and They Broke Me). At 51, I’ll Get Them Without Chasing) es muy bueno y extraordinariamente revelador, gracias por compartirlo. El principio (que no regla) resuena en mí: «No rigid rules, but wise calibration».

      Es irónico que también tengamos una cuasi-regla sobre las reglas que excluya las reglas… Pero si hablamos de un principio en vez de otra regla, como tú has hecho, tiene mucho sentido.

      Los principios son los que nos permiten sobrevolar las reglas e incluirlas en un sistema más amplio, para que dejen de ser mejos trucos prácticos o «hacks». Que conectes con algo significativo, más profundo y busques esa integración creo que contiene la clave, o una de ellas, de este lío en el que estamos metidos y que se llama vida.

      Seguimos leyéndonos, viejo amigo.

      1. A mí me está gustando mucho Substack porque conserva el espíritu del blog clásico, pero con algunas ventajas bien pensadas para escritores:

        • La lista de correo está integrada, así que cada publicación llega directamente al lector sin depender de redes sociales o algoritmos externos. Se siente más íntimo, más directo.
        • La comunidad sorprende. Hay muchos escritores reflexivos, auténticos, y con estilos muy diversos. Se recomienda mucho entre autores, y los comentarios tienen un tono más conversacional que polarizante. Diría que se ha formado un ecosistema que recuerda a los mejores años de la blogósfera.
        • El algoritmo funciona de otra manera. A diferencia de Google, que en los últimos años se ha saturado de contenido hueco optimizado para SEO, Substack recomienda artículos principalmente en función de cómo resuenan con los lectores reales (no con robots). Si un artículo genera respuestas, suscripciones o retuits internos (restacks), empieza a mostrarse más. Eso incentiva la escritura honesta y con sustancia.
        • La calidad general es altísima. Incluso en publicaciones pequeñas o personales, hay una profundidad de pensamiento y un nivel de cuidado en la escritura que se ve poco en otros espacios. Y parece que la propuesta de valor de la plataforma depende precisamente de eso, por lo que los incentivos parecen estar alineados para mantener ese nivel de calidad como gallina de los huevos de oro.
        • Y técnicamente es muy simple. No hay que pensar en plugins, diseño o mantenimiento. Solo escribir y conectar.

        Creo sinceramente que alguien como tú se sentiría como en casa. Tu estilo sobrio, reflexivo y existencial tendría muchísimo lugar y valor allí…

      2. Gracias, Alan, por tomarte el tiempo en contarme las ventajas. La verdad es que suena muy bien… lo tendré en cuenta. Mi sesgo de statu quo es fuerte y tengo cariño por este rincón, pero quién sabe…

      3. Perdona HM ese comentario es mío pero la he liado y lo he publicado como anónimo 🙂

      4. Perdona HM, ese comentario es mío pero no se como la he liado y lo he publicado como anónimo :)[image: ltp|17482570435504934]

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