Octava semana. Una semana desconectado. Ni radio cuando me ducho, ni televisión, ni facebook, ni blogs, ni libros, etc. Me ha encantado la experiencia. Ha ido bien. Entrenamiento del autodominio y otros efectos colaterales positivos.
~Herman
Toda una experiencia. En esta semana el reto era hercúleo: una semana de ayuno de redes sociales , medios de comunicación social (tv, radio, periódicos, etc.), internet, incluso de libros. Con esto nos asegurábamos que íbamos a sentir el aburrimiento o tener que usar la imaginación para evitarlo.
Muchos de nosotros, exceptuando algunas vacaciones en algún lugar aislado en la montaña o en una playa desierta, no habíamos tenido jamás una semana así en nuestras vidas.
Esta misión me ha permitido seguir experimentando en el minimalismo existencial mientras que progresaba en la creación de uno de los tres hábitos propuestos en el libro Los tres hábitos que cambiarán tu vida: la perseverancia y la autorregulación.
Algunas observaciones
- El experimento ha sido un rotundo éxito. La mayor parte del tiempo he estado fuera de las redes sociales. He ido al cine y he usado el teléfono móvil como vía de escape, pero ha sido solo un par de veces.
- He andado 103.321 pasos, casi un 50% más que mi objetivo semanal: 70.000 pasos. Antes, el reflejo habitual era entrar en twitter, leer artículos o echar un vistazo a mi blog. Esta semana la alternativa fue estirar las piernas o quedarme mirando pasar la vida por la ventana.
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- He hablado algo más por teléfono. No había prohibido esta posibilidad y por eso la he empleado más, a pesar de que no me gusta hablar mucho por teléfono.
- Las noches se han hecho más largas. No podía ver películas, escuchar música o consultar páginas web así que ha habido más tiempo para la contemplación.
- He tenido mucho para no hacer “nada”. Pero es difícil no hacer nada, así que como es habitual me he lacerado con acontecimientos pasados y anticipaciones futuras. Eso fue sobre todo al principio; según pasaban los días mi mente se ha estabilizado y he puesto en práctica algunas de las ideas de la atención plena: contemplación sin juicios, de forma abierta y con curiosidad de mis productos mentales, sin intentar eliminarlos, transformarlos o querer que permanezcan, simplemente dejándolos estar.
- Han surgido muchas ideas relacionadas con el trabajo y con el no trabajo. El tiempo de no actividad explícita y liberado del fragor de las redes sociales me ha permitido considerar con mayor perspectiva mis actividades diarias. He obtenido una visión de pájaro estratégica sobre muchos asuntos.
- Han surgido multitud de tentaciones, en especial en los primeros días. Una vez que me he acostumbrado, la tentación de volver a internet o las redes sociales ha remitido.
- Tras el experimento he comprendido el artículo de Anca Balaj, Silencio y descanso, en el que anuncia su decisión de dejar de ver películas por la noche tras sentir cómo el tiempo se transforma si disminuyes el ruido:
[…] Desde que no veo esta película diaria, el tiempo se ha trasformado (sí, el tiempo, toda mi percepción del tiempo, no sólo el tiempo que ocupaba la película) y mi estado general ha cambiado por completo, por supuesto a mejor. He vivido de manera distinta: me he pasado una hora y media observando atentamente cómo duermen mis gatos, he conocido a un frutero políglota-mentalista y he cocinado a fuego lento, siendo que yo odio pasar mis horas en la cocina.
- Menos tiempo en las redes sociales, leyendo y sujeto a los impactos informacionales ha significado menos procrastinación. Era una consecuencia esperable, puesto que a menudo usamos la inmersión en la vida social virtual y no virtual como forma de evitar nuestras responsabilidades, obligaciones o bien como forma de diferir su comienzo.
- Cuando la niebla informacional y social se disipa y te quedas a solas contigo mismo, el camino es claro y la decisión ineludible: das un paso hacia adelante o lo das hacia atrás. Es más difícil engañarse respecto a lo que quieres o no quieres, o a lo que te atreves o no te atreves.
- Siento que he vivido más esta semana. Siento que parte de la neblina vital se ha disipado.
En adelante
He comprendido emocionalmente no solo intelectualmente el argumento de Anca Balaj sobre la relación entre el silencio y la creatividad:
[…] ¿Y qué tiene que ver todo esto con la creatividad? Tiene que ver con el fluir. En tensión no fluimos. En estado de nerviosismo y deseosos de nuevos estímulos no prestamos atención a los detalles, que son los nutrientes de la creatividad. No descansamos y perdemos concentración. Para crear se necesita silencio y descanso.
He decidido aumentar los espacios en blanco en mi vida. Ya tengo el shabbat, así que añadiré a partir de hoy algunas tardes-noches en la semana como espacios de silencio y contemplación.
Y ahora es tu turno, si aceptaste el reto en todo o en parte, ¿qué has observado y sentido durante el tiempo libre de redes sociales y medios de comunicación de masas?
Esta semana cambió mi vida.Fue sensacional.
Fue increíblemente más difícil de lo que estimaba.
Muchas veces me sentí invadido en mi burbuja auto-impuesta, por otras personas mirando TV o hablando de las noticias.
Esta semana de alejamiento me hizo notar la aparente imposición avasalladora de la TV con falsas noticias, carentes de importancia. Las publicidades, con su maquinaría de generación de necesidades frívolas y demás bajezas. Y sobretodo pude sentir el vacío que dejó todo este entretenimiento fuera de mi tiempo mental, y pude apreciar de verdad el costo de oportunidad del momento presente. Excelente semana
Yo como ya dije lo necesitaba y me ha encantado. Me ha dado tiempo para hacer cosas que dejaba de hacer a diario como estudiar y cocinar. Lo que más me ha sorprendido es mi capacidad de observación, se ha multiplicado o incluso más y mi motivación y creatividad para dedicarme a nuevas cosas también ha crecido. Aún con todo esto, no he sido 100% rigurosa ni siquiera tanto como me gustaría, así que voy a seguir con esta rutina más tiempo e intentar alejar de mí esta ansiedad tecnológica que me perjudica y mantener más espacios de silencio y descanso. Salud!
El primer día fue el único que si entré, una vez, a la red social. Dejar de ver TV, radio, noticias, no fue complicado, dejar de leer si que lo fue. El whatsapp sólo lo ocupe para hablar con mi pareja que ahora esta en otra ciudad; y contestar, brevemente, uno que otro mensaje. Hubo momentos en que si me sentí sumamente aburrida pero me ocupe en cocinar, jugar juegos de mesa con mis sobrinos, resolver cosas pendientes de arreglar en casa, contemplar el bebedero de colibries e iniciar un huerto urbano. Me gustó mucho este reto, disminuiré significativamente mi tiempo en estar en medios masivos de comunicación. Gracias. Un abrazo!
Para mi fue un reto hercúleo. Sobre todo en el trabajo, fue frustrante no poder mirar muchas de las cosas que suelo hacer. Me he aburrido mucho en general pero como algunos habéis dicho también tuve algunas buenas ideas creativas. Y eso me gustó. También he salido más y he hecho otras cosas que normalmente no suelo hacer. Y he mejorado mi rendimiento en el trabajo, me doy cuenta.
Por eso, el balance ha sido positivo y estoy pensando en mantener la costumbre mientras trabaje, quizás limitando internet para un momento concreto del día.
Al tener el trabajo en la compu, se me hizo muy difícil no «webear» pero incremente mi producción en un 50% o más. Hay que hacerlo más seguido, diría que tendría que ser la actitud a seguir.
Para mí esta es una consigna muy complicada: desayunar mientras escucho las noticias en la radio me da muchísimo placer. Y he sido incapaz de romper con ello. Lo mismo digo de leer, que es un placer que siempre que tengo tiempo libre lo practico. Tampoco he podido quitarme de ello esta semana.
De redes sociales ya venía ayunado: no estoy en ninguna. Así que esa parte la tenía hecha. Ningún problema.
Sí he semi-ayunado de un par de juegos en línea con los que cada tanto me engancho. Y digo ‘semi’ porque he rebajado mi presencia en ellos a mínimos imprescindibles.
Sábado y domingo no he encendido el ordenador, pero me he traicionado algún rato con la tableta. Aproveché para encontrarme con amigos, salir, etc.
Y como en casa somos dos, lo de ayunar de televisión o películas es muy complicado…
En fin, regulín regulán con esta consigna, pero me parece estupenda y seguiré aplicando algunos ayunos selectivos que ya practico.
Además, me ha gustado leer lo de Anca Balaj y su ayuno cinematográfico. Llevo una temporada que duermo mal y mi teoría es que, en parte, se debe a que soy un adicto a meter información en la cabeza en todo tipo de formato… Mientras me lavo los dientes sigo absorbiendo noticias, o veo el final de una serie en inglés, o reviso el correo, etc. Demasiada simultaneidad y ganas de ‘aprovechar’ el tiempo.
Hace unas semanas me propuse desconectarme a las 23:30 h de todo y entrar en modo «me voy a dormir», y concederme así unos 30 minutos para ir bajando las revoluciones de la cabeza y disfrutar de media hora desenganchado de cualquier otra fuente de información que no fuera mi entorno. Debo decir que me fue bien, pero que fui inconsistente y no conseguí llevarlo más allá de una semana. La reflexión de Balaj y mi mala noche de hoy me hacen ver que debo intentarlo de nuevo. 😉
PD. Deberes de microtentaciones: he escrito la respuesta, pero en vez de enviarla al instante he dejado estaba ventana abierta un rato y he demorado la respuesta.
Lo difícil, lo realmente difícil de este reto es quedarte a solas con tu propia cabeza cuando se atraviesa un momento crítico y lo que pasa por ella no son ideas tan bellas como crearse un huerto casero. Cuando se te llevan los demonios es cuando cuesta de verdad y ahí es donde caemos todos en la tentanción de «distraernos». Porque distraerse no es más que dejar de prestar atención a algo de forma voluntaria.
Por cierto, mi ayuno ahí está. No he vuelto a ver ninguna película (ni la televisión, por supuesto). A estas alturas del año es lo normal y eso que me daba un margen de tres o cuatro películas al año. Peeeeero… ahí está Internet, que en cualquier momento puede usarse como distracción 🙁
Solo lo logré un par d e dias…pero no murió nadie por causa de no entrar a internet
¡Hola!Ha sido un reto muy productivo aunque no he podido dejar del todo,de oir la TV porque mi compañero es un adicto y no ha hecho el curso.No obstante conseguimos,tras alguna discusión-explicación, tener mas tiempo para hablar tranquilamente, es un placer no tener siempre la TV como protagonista en casa,Digo» es «porque conseguí que sea una costumbre cenar sin TV .Los perritos también han obtenido dosis extra de caricias y juego.
No conectarme al Facebook me ha generado un montón de tiempo libre y no he parado de hacer cosas interesantes o relajantes.Realmente no me costó nada y me siento liberada.. ¡Asombroso!
Hoy he puesto el programa de TV que me gusta para desayunar. Eso no lo voy a quitar jeje
Muchas gracias Homo Minimus