Técnica pomodoro y atención plena

Ya conoces mi predilección por la técnica pomodoro como herramienta de productividad. La he elogiado profusamente.

¿Qué tiene que ver la técnica pomodoro y la atención plena? Mucho. Aunque esta relación suele pasar desapercibida o al menos no se pone de manifiesto explícitamente por los expertos en productividad.

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Si lees la descripción de la técnica verás que hay varios  apartados que hacen referencia a elegir  la tarea y mantener la concentración  que se pueden asociar fácilmente con las prácticas de meditación “formal” (para distinguirlas de las meditaciones informales o mini-meditaciones que entrenamos en la primera reencarnación en el curso de atención plena).

Gestión de interrupciones con la técnica pomodoro

  • Si surge alguna interrupción externa (una llamada, la señal luminosa de llegada de un e-mail, un saludo de un compañero, etc.) tomamos nota realizando una marca horizontal, ─“,en nuestra lista de cosas que hacer y seguimos trabajando.
  • Si surge una interrupción interna (un recado que recuerdo que tengo que hacer,  una bajada de la intensidad del trabajo, un temor no resuelto, etc.) tomo igualmente nota de ello marcando una barra vertical, “|“, y sigo trabajando.
  •  Si esa interrupción genera o aconseja alguna otra acción que realizar, entonces tomo nota de ella en la lista de tareas diarias o bien la añado al inventario general de acciones. Y sigo trabajando.

La práctica de la meditación  formal genera igualmente una mejora en la gestión de las interrupciones, las internas y las externas: sostienes el foco en una parte de tu vida mental: respiración, pensamientos, emociones, sensaciones corporales, sonido, tacto, etc., y, si algún suceso interno o externo lo perturba, tomas nota mental de él y retomas el foco.

En la técnica pomodoro yo recomiendo, al menos al principio, tomar una nota por escrito, no meramente mental, para hacernos más y más conscientes de la perturbación de nuestra atención y retomar la tarea en la que nos estamos enfocando lo más rápidamente posible.

Modos mentales en la técnica pomodoro

La esencia de la técnica pomodoro es distinguir entre tres modos mentales y separarlos claramente en el proceso de trabajo:

  • Modo planificador, antes de iniciar el pomodoro: reconsidero la planificación diaria, me adapto flexiblemente a los cambios y sucesos del día. Anticipo dificultades . Marco un objetivo para el siguiente pomodoro
  • Modo ejecución o concentración intensa: me sumerjo con una bombona de oxígeno mental de 25 minutos (o más grande, si elijo otro periodo de tiempo) en la tarea decidida en la planificación.
  • Modo descanso o contemplativo: relajo la atención sin centrarme en nada particular, me levanto de la silla, hago flexiones, estiramientos, bebo un vaso de agua o converso con un colega  y alejo mi mente del modo de concentración intensa anterior.

Atención e intención en la meditación formal

La meditación de la atención plena o mindfulness  se ha definido en ocasiones como una mezcla de intención y atención: atención al objeto que intencionalmente hemos decido consagrar nuestras fuerzas mentales. Y  atención a la intención o determinación de meditar o centrarnos en ese objeto.

Es decir, la meditación de atención plena incorpora dos elementos:

  1. Involucra tu mente cuando prestas tu  atención a un objeto o pones el foco en un área de tu experiencia.
  2. También involucra capas más profundas de tu persona: la voluntad, la emoción, el deseo de seguir una dirección;  además de prestar tu atención, prestas tu intención.

Actitud intencional en la meditación y en los pomodoros

Ya has visto el paralelismo:

La fase de planificación en la técnica pomodoro te permite determinar la intención o tarea que empeñará tu vida durante los 25 siguientes minutos.  Es el equivalente a la determinación de meditar unos minutos por la mañana.

La segunda parte es hacer honor a la intención de sumergirnos en una tarea o actividad. Los 25 minutos del pomodoro o de la práctica de meditación centran nuestra atención en la dirección elegida, nos mantenemos conscientes momento a momento del paisaje mental y advertimos rápidamente las desviaciones o interrupciones internas y externas, reconduciendo el foco de la atención flexiblemente y con suavidad al objeto de nuestra intención inicial.

Artículos de la serie «pon un tomate en tu vida»(técnica pomodoro):

fire-love-300x205Técnica pomodoro 
Técnica pomodoro y minimalismo existencial
Apología de la técnica pomodoro
Técnica de las cero alternativas
La pausa es bella
La pausa es bella y el cliffhanger
Lo que podemos aprender de Hemingway
Técnica pomodoro y atención plena

Un comentario sobre “Técnica pomodoro y atención plena

  1. Me produce mucha curiosidad este artículo, así como todos los relacionados con la técnica pomodoro que enumeras. Yo me suelo organizar bien con pausas, pero no temporales sino por tareas. Ni siquiera hago primero las más importantes sino las que más resistencia me generan, las que yo califico de «marrones». Eso me hace ser más diligente, dadas las ganas de terminar. Y el momento mejor para mí es al principio: estoy descansada y con más energía. Me inquieta la idea de hacer una pausa en un momento álgido de la dedicación plena y me pregunto si esa técnica será igual de efectiva para los que no somos novelistas. En todos los años que trabajé de programadora, podía estar horas absorta en el trabajo. Pero si hubiera parado cada 25 minutos … Aunque ahora que realizo un trabajo aburridísimo en una oficina gris, me resulta tentador y subversivo esa técnica de las pausas. Habrá que experimentar. Percibo mucho trabajo, mucha técnica y muchas pausas en este artículo, menos complejo de lo que me pareció inicialmente. Gracias de nuevo, Homo Minimus

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