Siempre que puedo me echo una siesta después de comer. Para no entrar en sueño profundo, hago que la siesta no dure más de 45 minutos; así evito un exceso de somnolencia al despertarme. Lo ideal es que dure entre 15 y 30 minutos.
Me despierto lleno de energía, descansado, y es como si disfrutara de un segundo día dentro del día.
Justificación
Entre las 2 y las 4 de la tarde el cuerpo experimenta un bajón natural de los ritmos biológicos; esto es independiente de la ingesta de alimentos: ocurre igual aunque te saltes la comida. Los ritmos circadianos (dentro del día) son naturales, todos estamos sometidos a ellos.
Según un estudio de la NASA, una siesta en medio del día puede ayudar a incrementar la productividad más del 30% y el nivel de alerta en un 100%, así como mejorar la memoria y la concentración.
Una siesta mínima puede ser muy útil. Un estudio alemán mostró que el comienzo del sueño sirve para desatar procesos de activación de la memoria y que estos siguen siendo efectivos incluso si el sueño se limita a unos pocos minutos. Otro estudio británico ha llegado a sugerir que simplemente el saber que la siesta es inminente es suficiente para bajar la presión arterial.
Aplicación
Puedes usar un despertador.
Otra posibilidad es tomarte un café justo antes de la siesta. Puesto que la cafeína tarda en surtir efecto entre 20 y 30 minutos, probablemente te despertarás después de ese tiempo o al menos te será más fácil levantarte; lo harás mucho más alerta y descansado al combinar el efecto de la cafeína y el poder reparador del sueño.
Últimamente mi siesta diaria es de unos 15 o 20 minutos. Me resulta mucho más reconfortante que una siesta de una hora o de hora y media.
Otra prueba de que menos es más 🙂
Voy a intentar lo del café pero me inquieta no dormirme inmediatamente. Temo no dormirme en absoluto antes de que me despierte el café. Veremos.
Sólo te dormirás «inmediatamente» si tienes un déficit acusado de sueño. Por lo menos te llevará 5 minutos. Cuenta con ello.
En todo caso, aunque no te duermas, tampoco pasa nada: te has relajado durante unos minutos.
Buenas 🙂
A mi me parece una idea genial lo de las siestas, ya tenía pensado incorporarlas como creo que comenté por alguna parte. Un buen artículo y con datos interesantes.
He encontrado algunas anotaciones ‘grillo’ que hacer:
– »Hago que la siesta no duré más de 45 minutos». Creo que el ‘duré’ en pasado no pega. Será sin tilde, supongo.
– »Idealmente la duración es entre 15 y 30 minutos». Está divino así pero a mi me suena mejor: »Lo ideal es una duración de entre 15 y 30 minutos» porque idealmente me suena forzado. Pero vamos, como quieras.
– «Me despierto lleno de energía y descansado y es como si disfrutara de un segundo día dentro del día.» Simplemente no me convence tanto y y y… »Me despierto lleno de energía, descansado y es como si hubiese disfrutado de un segundo día dentro del día». Me suena mejor, pero cosa de gustos.
Saludos.
PD: No sé si son cosas mías pero esta entrada está escrita de una forma diferente a la que acostumbras… Estaré alucinando.
Es una entrada de hace tres años. Espero que te parezca algo mejor escrito lo más reciente.
Si es así, me resulta muy reconfortante pensar que mi estilo mejora con el tiempo.
Sí, lo sé. Como la has puesto en tu Twitter, he entrado a comentarla porque esta nunca la había leído. En efecto, has mejorado mucho. Parece escrita por otra persona.
Y cierto también en lo otro. Sólo trataba de eliminar las tres ‘y’ seguidas pero sí que cambia el significado de la frase… Déjalo así entonces. Nada que objetar.
Saludo y buenas siestas 😉
Correcto: lo primero es una errata.
En lo segundo, es mejor tu opción. Suena mejor, sin duda. Y lo puedo mejorar un poco usando una forma más activa convirtiendo a «la siesta» en el sujeto oculto de la oración: «Lo ideal es que [la siesta] dure entre 15 y 30 minutos», pero tiene el inconveniente de que repito la palabra «dure» dos veces en solo dos líneas; puede ser algo reiterativo.
En lo tercero, no tienes razón. Cambiarías el sentido de lo que digo. El segundo día dentro del día empieza a disfrutarse después de la siesta, no antes de despertarse de la siesta. Por lo tanto, corresponde el pretérito imperfecto del subjuntivo, no el pretérito pluscuamperfecto del subjuntivo. En este caso, no es cuestión de gustos.
Si uno no tiene una segunda mirada, resulta muy complicado darse cuenta de ciertos errores o posibilidades de mejora. Es difícil ver con espíritu crítico el propio trabajo. Se intenta, pero es difícil.
He cambiado la frase poniendo las comas que aconsejas y quitando una «y»; así evitamos tanta «y»:
«Me despierto lleno de energía, descansado, y es como si disfrutara de un segundo día dentro del día.»
Queda mejor, sí.