Más vale llegar a tiempo que rondar un año

Me dirigía a la puerta de entrada a mi urbanización y me encontré con un señor mayor de porte distinguido que se había parado a sostenerme la puerta. Me apresuré un poco, como se hace cuando alguien que podía haber pasado y cerrado espera a que llegues y te sujeta la puerta.

Le di las gracias y pasé;  él, con la llave todavía en la cerradura de la puerta, me dice: «Más vale llegar a tiempo que rondar un año».

romeo-y-julieta

Se lo tuve que hacer repetir porque no entendí la última parte: «…que rondar un año»; «rondar» es un verbo que casi no se usa hoy en día  y lo que dijo es un refrán español con el que nunca antes me había topado. Le dije que me parecía muy buen refrán y que me había gustado. Además, estaba muy bien traído. Nos dijimos adiós.

Más vale llegar a tiempo que rondar un año.  El refrán resonaba en mi cabeza. Qué buen refrán. Más vale llegar a tiempo que rondar un año.  Sin duda el señor encontró el momento perfecto y la situación adecuada para proferirlo.

El pretendiente que encuentra el momento adecuado para hacer la proposición a su amada se ahorra 365 días de esfuerzos y desvelos.

La sabiduría popular bascula entre dictar que o bien todo es fruto del destino y esperar pacientemente a que lo bueno nos suceda, o  bien producto de la voluntad hercúlea que todo lo puede.  En el primer caso, creemos en la ley de la atracción y la fértil espera; en el segundo, en la alegre positividad y el esfuerzo continuo en la dirección correcta hasta que nuestro trabajo fructifica; en el primer caso, corremos el peligro de des-esperarnos; en el segundo, de herniarnos, desgañitarnos o consumirnos en el esfuerzo.

Hoy me he dado cuenta de que hay una tercera vía: la vía de elegir el momento adecuado en el que aplicar tus esfuerzos. Es la vía más inteligente, eficiente y minimalista.  El momento adecuado es el fulcro de la palanca que logra multiplicar el esfuerzo, es el punto espacio-temporal que nos permite  mover el mundo en la dirección de nuestros deseos.

Podemos extender el refrán más allá de la dimensión temporal  del momento justo, hacia el lugar justo, la persona apropiada u otra dimensión sobre la que tengamos control:

  • Más vale elegir la doncella adecuada  que romperse los cuernos con la ingrata.
  • Más vale buscar el escenario correcto para la petición de mano que insistir cien veces.
  • Más vale encontrar palabras certeras que llenarse la boca de adjetivos.

Cambia la doncella y la proposición romántica por X e Y, y ya tienes un montón de situaciones potenciales en la vida en las que has de ser más deliberado sobre los momentos, lugares o personas  en que aplicas tu esfuerzo o tus palabras.

A propósito,  más vale acabar a tiempo que seguir dando vueltas alrededor de un consejo ya suficientemente comprendido y justificado.

6 comentarios sobre “Más vale llegar a tiempo que rondar un año

  1. Qué buen refrán 😊.. y qué oportuno, viene de bien, como anillo al dedo..😉
    Un abrazo.

  2. La lectura ha llegado justo en el momento oportuno, un año de ronda que me ahorro!!. Gracias Homo_Mi

  3. Yo si que uso mucho la palabra «rondar», a lo mejor es más típica del sur <3
    A mi el qué más me gusta es "Ya te rondaré, morena"… es decir, que no debes criticar ninguna situación porque también te puede pasar a ti.

    Chuuuu!!!

  4. Don Homominimus, no se distraiga mucho con sus dias sabáticos… lo echamos de menos, a usted, y sus letras, ya pasaron diez dias, que podrian ser años, segun como lo miras…
    Un cordial saludo, y un verso…
    Mua.
    😊

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