Revisión tercera misión del curso de perseverancia

La misión de esta semana me ha resultado inesperadamente fácil. He recordado todos los días dejar impoluto y ordenado el espacio elegido: el cuarto de baño. He sido un fantasma bueno.


Celebration of Light 2010: Spain - Hell & Heaven

¡Bien por mí! (-> Aplicando mi política motivacional S.E.C).-

Recompensas incorporadas en la acción y recompensas resultado de la acción

Cómo me gusta esta misión. Últimamente tengo el propósito de poner orden en mi casa y esto me anima a seguir con este propósito. Adelante.

~Marco

Este es el tipo de misiones o acciones que tienen una recompensa incorporada en su acción o al menos muy cercana a su compleción. Me propuse ser muy cuidadoso y dejar todo muy limpio y ordenado a mi paso (-> acción) ; me di cuenta –inesperadamente– de que el actor de ir limpiando y dejando todo tal o como me lo encontré –o mejor– me hacía sentir bien. Además, se convertía en una mini-meditación adicional a las ya planteadas en el curso de atención plena en nuestra primera reencarnación.

La misión de esta semana me ha resultado relativamente fácil para mí. Me considero ordenada, el orden es mi aliado, como dice Herman, el orden me produce bienestar, paz y sensación de control, también me ayuda a mantener el orden tener pocas cosas y prácticas.

~Vicky Muns

Cuando salía del cuarto de baño y contemplaba el orden y limpieza me sentía muy a gusto, experimentaba una sensación de control y compleción (-> Recompensa), aunque fuera en un área limitada de mi vida . Es probable que en el futuro me vuelva más cuidadoso por querer volver a sentirme así de bien.

No voy a imponerme una nueva rutina, mini-meditación o  hábito, porque ya estoy inmerso en muchos proyectos y tengo multitud de objetivos. Sin embargo, es probable que algo de lo practicado esta semana deje huella y yo empiece a dejar menos huellas en los espacios que habito o por los que paso.

El poso de la práctica: las conexiones.

Estas prácticas, misiones y retos que vamos completando en estos meses empiezan a dejar poso.

Poso del café. Mojón

También me doy cuenta de que todo está conectado o puede estar conectado con todo (-> principio metafísico) . Los vínculos entre la atención plena y la autorregulación, la fuerza de voluntad y la perseverancia se me hacen más evidentes.

Por ejemplo, ser más consciente de las actividades, el vivir no solo en la meta y el futuro, sino también simultáneamente en el proceso y en el presente (modo de conciencia dual), me hace disfrutar más de las «insignificancia» de lo cotidiano: ya sabemos que en los «minutos de la basura» se esconden muchas joyas.

Mucho de lo que hago son medios para fines, pero prestando atención a los medios los convierto también en satisfacciones, no solo en instrumentos para fines ulteriores.

Todas las prácticas de nuestro curso de atención plena han sido misiones o incursiones en territorios inexplorados y ejercicios de voluntad. Prestar atención es un esfuerzo que practicado regularmente fortalece el músculo de la voluntad.

Levantar pesas regularmente en el gimnasio de lo cotidiano

Durante esta semana he sido consciente de mis impulsos evitativos: una toalla mojada que puede esperar a que la ponga a secar, o un lavabo con pelos que puedo limpiar más tarde.

En el fondo todo o casi todo puede esperar (algunos, de hecho, ponemos nuestra vida a la espera, mientras encontramos el mejor momento de empezar a vivir). El problema es que una tarea que queda pendiente, a la espera, es una U.P.A (unidad de atención permanente en la memoria) que mariposea en mi conciencia y me hace sentir mal.

Me he dado cuenta de que limpiar los espacios en el momento en que los ensucio u ordenar los objetos justo después de usarlos me hace mucho más resolutivo. Es un excelente entrenamiento para una de mis reglas de productividad: la regla de los dos minutos de David Allen. También me sirve como un paso de bebé en la batalla contra el monstruo de la procrastinación.

Siento que esta misión se expande o extrapola con facilidad a otros espacios, como la cocina (después de usar un plato lo lavo, evitando que se acumulen) o a otras áreas vitales (en cuanto llega un correo lo gestiono y elimino y evito que siga merodeando en el buzón de entrada).

Agradecimiento: a todos los que seguís el curso basado en Los tres hábitos que cambiarán tu vida y a los que vais a seguirlo o lo hicistéis en el pasado: GRACIAS.

2 comentarios sobre “Revisión tercera misión del curso de perseverancia

  1. Yo he tratado de mantener en orden el espacio que uso para trabajar. No soy particularmente ordenado —tampoco lo contrario ni necesito un pulcrísimo orden alrededor para sentirme en paz conmigo mismo ni nada por el estilo—; sin embargo, he procurado que la entropía no fuera mayor de la que ya había. Al final de la jornada laboral, los bolis debían regresar al cubilete de donde habían salido, los cables de mis dispositivos electrónicos volvían a la caja donde los almaceno, los cuadernos y carpetas iban cada uno a su sitio, etc. Hace algún tiempo que vengo trabajando con esto, así que la consigna me ha venido bien para reforzar el hábito.

    No sé si parecía que había pasado un fantasma, pero sí que he tratado de dejar ese espacio igual que estaba cuando entraba (algo que no siempre hacía hasta la semana pasada). También he procurado hacer algo parecido en otros espacios, aunque sin tanto compromiso (platos que siempre iban al lavaplatos, envoltorios que siempre terminaban en el reciclaje de plástico y no en lugares intermedios de almacenaje, etc.).

    Coincido contigo, Minimus, en que este hábito de resolver las cosas en el momento —siempre y cuando eso no suponga huir de alguna tarea pesada, claro— me ayuda a entrenarme para ser más resolutivo. A veces dejo colgadas tareas tontas que se podrían resolver en un par de minutos y dedico más tiempo a pensar en ellas que a resolverlas.

    Lo otro que me ha gustado de este ejercicio es que me ha ayudado a trabajar el concepto de lo mínimo, del cambio infinitesimal pero gradual. Con cada pequeño gesto con el que cumplía la consigna, he pensado que estaba añadiendo un gramo de orden y armonía a mi alrededor. Eso es vital para mí, que siempre tengo montones de proyectos más importantes que ponerme a ordenar, clasificar, etcétera.

    En el cuaderno de campo solo he escrito una entrada… Pero en el cuaderno mental, he escrito muchas más. 😉

Deja un comentario