La campana de la atención plena
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Mindfulness Bell es una campana en línea que imita la campana que en los monasterios budistas suena en momentos concretos del día. Con ella se avisa a los monjes para que suspendan momentaneamente la actividad que tienen entre manos: barrer suelos, acarrear agua, cortar leña, preparar la comida, etc. En la pausa respiran tres veces y toman conciencia del instante. Se convierten en seres humanos y no tanto en hacedores humanos. Es una forma de proporcionar al practicante budista ocasiones adicionales de plena presencia a lo largo del día.
Mindfulness Bell permite programar la campana en horas concretas; por ejemplo, al levantarse, a la hora de la comida o al comienzo del trabajo de la tarde. También puede sonar aleatoriamente en intervalos previamente fijados: podrías hacer que suene en cualquier momento en periodos de 40 minutos, y así acostumbrar a la mente a practicar la conciencia plena en cualquier instante del día.
Yo la programo para que suene a los 25 minutos; señala el final de mi pomodoro y marca el paso al modo contemplativo o de descanso después de una sesión de trabajo con intensa concentración; esta es mi forma de practicar El paradigma del velocista. Después de la pausa señalada por el sonido de la campana, que puede ser el de una campana grande o una pequeña, descanso un par de minutos, vuelvo a mi mesa y dispongo el siguiente descanso en otros 25 minutos.
No es necesario bajar ninguna aplicación, es una simple página en línea con un fondo configurable con paisajes exóticos o bien con un blanco minimalista donde solo aparece el tiempo programado.
Anteriormente, usaba otros programas para implementar la técnica pomodoro. Me avisaban con sonidos del comienzo o el fin del pomodoro. En los últimos tiempos he migrado a esta sencilla página web. Me proporciona un aire minimalista y de plena presencia.
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Qué casualidad. Esta semana pensaba en la atención al momento, al presente, al ahora, y me di cuenta que la técnica POMODORO –más que una técnica específica de organización del trabajo– es una forma de conectar con el presente y de estar presente y consciente en el trabajo que se está realizando. De hecho había leído que incluso para leer –por ejemplo– era una técnica muy «aprovechable» y con mucho sentido.
La técnica pomodoro se puede aplicar casi a cualquier cosa. Y la lectura es una de ellas.
Con la técnica pomodoro estás dándote la orden mental de centrarte en una tarea durante un periodo breve de tiempo y entrar en «modo ejecución» a la vez que alejas cualquier otra tarea de la conciencia.
Yo la tengo ya muy internalizada, y cuando me permito actividades sin pomodoros siento menos intensidad en la accción, más propensión a las distracciones internas y externas y una cierta vaguedad en la intención.
«…cierta vaguedad en la intención.»
Así es como siento yo que hago casi todo.
A veces pienso que lo que realmente queremos no es tanto felicidad o satisfacción, sino involucración: poner nuestro cuerpo y espíritu en lo que sea que estemos haciendo.
Cuando uno logra poner el cuerpo y el espíritu en lo que se está haciendo….. la felicidad y la satisfacción son inconmensurables.