Las «reglas de la felicidad»

El video Sé feliz produce alegría  y seguramente asentimos a cada uno de sus consejos para ser felices. La canción, además, transmite un tono de ligereza existencial y optimismo muy apropiado al mensaje.

¿Quién no puede estar de acuerdo con casi todos estas  sabias y razonables máximas  para mejorar la vida y ser feliz?  Por otra parte, ¿quién no sabe que hacer ejercicio, dormir bien, leer, ser amable con la gente, agradecido y esas 54 cosas restantes  son cosas buenas?

Y sin embargo… no todos somos todo lo felices que podríamos ser… ¿Es posible generar un alma nueva?

Dificultades con estas reglas y principios o máximas de vida

En los sectores o situaciones en que las huelgas normales no son posibles, algunas veces se recurre a la “huelga de celo” o ,como se dice en inglés, “malicious obedience” (obediencia maliciosa o malintencionada). Los trabajadores siguen presentándose al puesto de trabajo pero cumplen al pie de la letra, con rigidez absoluta, el reglamento. Esta situación produce toda suerte de dificultades y retrasos en la producción y las operaciones habituales. El efecto es incluso peor que el que produciría una huelga tradicional.

Lo mismo ocurre con todos estos consejos:  sin saber “obedecerlos”  en el momento y lugar adecuado y sin saber hacer excepciones, los resultados no serán buenos.

El problema es que cualquiera de esas buenas prácticas ha de insertarse en el contexto general de tu vida: tu situación personal, familiar, laboral, tus capacidades, tu temperamento,  tus gustos, tus filias, tus fobias, etc.

 Estoy seguro de que si me  aprendo de memoria los 60 consejos del video Sé feliz  y los repito 15 veces al día, el cambio no sería sustancial. La dificultad no está en conocerlos  sino en interpretar  su significado y saber cómo y cuándo aplicarlos.  Y luego, cuando llega el momento, realmente aplicarlos.

A quien madruga dios le ayuda.

No por mucho madrugar amanece más temprano.

A veces hay contradicciones. La sabiduría popular es capaz de recomendarnos una cosa y la contraria con la misma convicción. En el video se dice «aprecia lo que tienes» pero también «Céntrate en crear lo que deseas»; la creación o la lucha por algo implica una cierta insatisfacción con el estado actual de las cosas, nos guste o no. También se dice: «Céntrate en crear lo que deseas» pero a continuación «Haz aquello que sabes hacer bien»; ¿y si mis talentos no coinciden con mis sueños?

Quizá falten reglas importantes. En el video, a pesar de ser muy completo, no aparece ninguna regla  sobre la alimentación. Es uno de los pilares de la salud física.

Atención limitada. ¿Por dónde empiezo?, ¿qué es lo más importante? No tengo recursos atencionales suficientes para intentar poner  en práctica 60 reglas de vida  a la vez. 

Significado. Vaguedad. Demasiada generalidad.   Además, qué significan; a veces no estamos seguros de lo que significa: ¿qué quiere decir “sé honesto contigo mismo”?,  ¿y “amar a  la madre tierra”?  ¿Cómo se ama a la madre tierra? (a propósito, me gustan los viajes exóticos y conocer gente de distintas culturas… he de viajar en aviones que consumen mucho queroseno)

Efectos cruzados. ¿Cómo se relacionan entre sí (por ejemplo, qué conexión hay entre el amor y la salud y las emociones)? ¿Qué compromisos hay  (si bailo más habrá menos tiempo para leer y para los amigos)? Además,  algunos son prerrequisitos para otros ( por ejemplo, tengo que evitar el aislamiento antes de encontrar mi grupo). A veces el efecto de una regla sólo se produce si se cumple otra simultáneamente y se produce un efecto conjunto (dormir bien, comer bien, hacer ejercicio, socializarse).

Falta de contexto. Los consejos y reglas de vida  son generalidades que luego tienen que particularizarse en acciones concretas en momentos concretos en lugares concretos con personas concretas. Tenemos que contextualizarlas con el  cómo, el cuándo, el dónde,  con quién y hasta el porqué. Tenemos que saber cuándo aplicarlas y cuándo no.

Experto vs novato. El novicio o el aprendiz, por su parte, no entiende el alcance del principio o la regla, no sabe en qué contexto utilizarla, en qué situaciones dejar de utilizarla, qué relaciones guarda con otras y cuándo ser flexible y hacer excepciones que confirmen la regla. El novicio usa las reglas o principios como recetas.

Un experto no depende de reglas –las usa sólo como recordatorios– y sabe en qué situaciones hacer excepciones.  Es capaz de ver lo general y mantener la presencia mental suficiente como para ver lo específico. Sus modelos del mundo son lo suficientemente ricos para descubrir  distinciones y hacer excepciones. Sus reglas se enriquecen con el tiempo, se actualizan y se  aplican conjuntamente con otras.

Muchas reglas o comportamientos no son formalizables, expresables. Otra dificultad añadida es que el experto no tiene acceso a su propio conocimiento y ni siquiera sabe concretamente por qué hace lo que hace. Actúa en gran parte a nivel intuitivo y lo que hace no es la mayoría de las veces definible, formalizable. En otras palabras, no todo es expresable y por tanto no hay sustituto para la experiencia.  En el mejor de los casos, puedes lograr una guía, pero a ningún novicio se le puede ahorrar años de experiencia, de ensayos y errores.

Los principios y reglas del minimalismo no son recetas

Con los principios y reglas del minimalismo de este blog, no quiero cometer el error de considerarlos como recetas del minimalismo. Por ello, siempre que enuncio una regla explico los beneficios esperados, el contexto, su justificación y algunas ideas para aplicarla. Las reglas son desarrollos de los principios del minimalismo, que son pautas generales y abstractas de actuación. Su función es fomentar la reflexión y la conexión entre las ideas del minimalismo y el diseño de vida en general.

 Las  herramientas del minimalismo  son  ayudas para la aplicación de los principios y reglas. Las acciones minimalistas del blog son aplicaciones particulares concretas de los principios en el día a día.

 Tan importante como esto es además el relacionar unos principios o reglas con otros;  de tal manera que la acción particular en un momento y lugar determinado quede informada por constelaciones temporales de principios o reglas que aplicamos dependiendo de la situación.

La clave está en  seleccionar la constelación de principios y reglas más adecuada en cada momento. Y para esto tenemos que contar necesariamente con el  juicio; con el buen juicio personal, intransferible e indelegable. Éste se desarrolla con tiempo, atención y esfuerzo. Es un arte que merece la pena aprender;  como en todas las artes, el proceso de aprendizaje y mejora no acaba nunca.

PD: respondiendo a la pregunta que me hice al principio: sí, creo que es posible crear un alma nueva. No es fácil, pero es posible. Es una idea tan bella que tiene que ser real.

A propósito, la canción de Sé feliz es de Yael Naim y se llama New Soul.

 

11 comentarios sobre “Las «reglas de la felicidad»

  1. Me gusta mucho el video y la cancion. También he visto el mismo video pero en inglés. No entiendo algunas cosas que escribiste pórque solo tengo 8 años menos 2 meses. Lo que a mí me hace feliz ahora mísmo, es los palillos de pan con nocilla. ¿Y a ti que te hace feliz?

    1. Las palomitas con conguitos mientras veo una película en el cine en buena compañía y que me lean en el blog personas inteligentes y con inquietudes en la vida.

  2. Desde hace unos días estoy enganchado a su blog. Me encanta el tema de minimalismo existencial. Debería darle a la tecla usted más a menudo.

    Saludos amigo 😉

    1. Muchas gracias por el comentario.

      Intentaré teclear más a menudo. Por el momento, mantengo un mínimo de 1 artículo a la semana. Creo que no publico más por un cierto perfeccionismo nada minimalista.

      También me ocurre que intento relacionar unos artículos con otros y evitar publicar ocurrencias inconexas. Quizá sería bueno publicar lo que voy escribiendo aunque no esté completamente pulido o pensado.

      Saludos.

  3. Sigo su blog de manera intermitente, aunque llevaba tiempo sin leerlo. Es grato comprobar su continuidad.

    Reconozco que esta nueva entrada tiene una utilidad peculiar para mí. Casi siempre que se estrena una nueva etapa en el proyecto vital hay escondida una sana pretensión de generar un alma nueva. Claro que los verdaderos principios y/o recetas vendrán más dados por la experiencia y la madurez que por las reglas ajenas, vendrán mucho más dados por el alma que se quiere mutar… No pretendo generalizar, y encuentro acertado el vídeo, que bien pudiera tener la misma validez que cualquier revista de autoayuda «o de psicología» de las que venden en los kioskos asiduamente y que cada vez alcanzan mayores lectores. Por lo tanto, aunque me conmueve la belleza de la melodía utilizada en el vídeo, y objetivamente considerarlo acertado, quiero manifestar mi distanciamiento del mismo.

    Me gusta su PD o conclusión. Es ahí donde a mi parecer reside la verdadera regla de oro: el impulso de querer construir un alma nueva. La belleza irrenunciable de algo que a priori parece una utopía. La fuerza de la fe en un nuevo sueño: volver a nacer. Y es que como decía una pensadora malagueña: siempre estamos naciendo. Es posible. Lo creo.

    Este mensaje es extenso y muy poco minimalista, pero sabrá entenderlo, estoy convencida.

    Un saludo, cordial a ser posible.

    PD: Fíjese en las coincidencias yo también fui feliz algún día con las palomitas en el cine, aunque en lugar de conguitos mezclé las palomitas con kit-kat. Mezclamos, quise decir. Porque iba acompañada. Muy bien acompañada.

  4. A estas alturas de la montaña, he aprendido, que de las almas viejas nacen espíritus nuevos. Espíritus que nacen del Amor verdadero, y que tienen la curiosidad, inocencia, y risa de bebès…

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