Animación a iniciar el camino

Caminar ayuda a poner cada cosa en su lugar.

–ntaresncz

Estamos al principio de la segunda semana del curso de salud minimalista. Hemos iniciado la tercera reencarnación del 2014. Tenemos 16 años. Toda una vida por delante. Cuando escribo esto son las 5:49 am. Estaba dando vueltas en la cama a las cinco sin poder dormir. Me sentía nervioso, inquieto, escuchaba videos en youtube. Me he hecho consciente: para algo ha servido el curso de atención plena de la primera reencarnación: ahora soy capaz de adoptar una perspectiva de observador para muchos de mis productos mentales. No siempre, no todo el tiempo.

He salido a andar una media hora sin rumbo. Pensaba tomar el fresco. Esta es una noche calurosa. Y las cinco de la mañana es el peor momento para pensar sobre la vida y el futuro. Todos los fantasmas se agolpan para taladrar el alma. He andado y he empezado a sentirme mejor. Me he cruzado con algún otro espíritu  errante en el camino, pero todo estaba silencioso y tranquilo, como si la vida esta noche se hubiera batido en retirada, como si hubiera caído una bomba de neutrones que respeta los edificios pero aniquila toda forma de vida.

Espontáneamente, a las 5:13 am,  me he puesto a correr; aprovechando la ola de la motivación me he precipitado a fijar un tiempo mínimo de carrera: por ejemplo, quince minutos. Pero me he dado cuenta de ello y me he dicho que correré lo que me apetezca, sin más, que dure lo que dure. He corrido tres minutos, hasta las 5:16 y he vuelto a parar. He sudado un poco, ligeramente. He seguido andando. Me he sentido mejor. Mi pensamiento se ha vuelto menos pastoso, he empezado a reunir mis mermadas y vaporosas fuerzas. A estas horas los biorritmos son los más bajos del día, a esta hora se muere más gente en los hospitales.

He llegado al portal, he subido las escaleras de tres en tres escalones y he entrado en casa. He pensado que si pudiera vender los beneficios del ejercicio en forma de píldora me volvería rico. Son muchos. Flames nos recomendó un video con los beneficios de caminar. Míralo por si necesitas + razones.

 

Yo debo de estar sugestionado por la industria farmaceútica desde que nací: llevo toda mi vida haciendo deporte, y sin embargo nunca había asociado el deporte a una medicina que autoadministrarse (con su dosis, su frecuencia e intensidad, como dice el vídeo). Me ha gustado enfocarlo así. ¿Un ibuprofeno o un paseo? Primero un paseo.

~Tremendosky

Pero no es una cuestión de conocimiento, creo que todos sabemos lo bueno que es, lo que ocurre es que no vivimos de acuerdo a ese conocimiento. Este curso de salud minimalista ha empezado con el reto de moverse  y andar más. Yo soy el que más necesito este curso. Empiezo a encontrar muchos detonantes o disparadores del acto de  andar:

  • si me siento entumecido
  • si me siento cansado
  • si me siento ansioso
  • si me siento tenso
  • si necesito reflexionar
  • si quiero que aparezcan ideas
  • si necesito que se consoliden
  • si necesito evadirme
  • si necesito una pausa
  • si necesito aire fresco
  • si me sobra la energía
  • si llevo más de dos horas sentado
  • si quiero que crezcan mis neuronas,

en todos estos casos me pongo andar. Andar por andar. Andar.

Caminante no hay camino. Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Los versos de Machado en boca de Serrat.

Cada vez que doy un paso se crea una conexión en mi mente, o se crea un entorno donde prosperan nuevas conexiones. Siento que me hago más inteligente, más fuerte, las neuronas moribundas se ponen en movimiento. El ánimo se levanta, la energía se multiplica.

Somos seres elegidos por la selección natural por nuestra capacidad de movernos, de escapar de los depredadores y de buscar presas. Nuestros cerebros son fruto de la búsqueda, del movimiento, de cambiar de lugar y paisaje,  prosperan con el cambio. El cambio que traemos con nuestros pasos.

Andar, andar, andar. El camino de Santiago todos los días. Y el camino de Pepe, y el de Juan, y el de María la portuguesa. Cada paso forma parte del camino. Empieza ahora. A qué esperas.

Ya ha amanecido.

Ya lo dijo Teccam: no hay hombre valiente que nunca haya caminado cien kilómetros. Si quieres saber quién eres, camina hasta que no haya nadie que sepa tu nombre. Viajar nos pone en nuestro sitio, nos enseña más que ningún maestro, es amargo como una medicina, cruel como un espejo. Un largo tramo de camino te enseñará más sobre ti mismo que cien años de silenciosa introspección.

~Patrick Rothfuss, El temor de un hombre sabio.