No seas tú mismo

Una de las preguntas más interesantes que alguien puede hacerse es: ¿Me caería bien a mí mismo si me viese desde fuera? Y si la respuesta es «no», entonces debería cambiar algo. En mi caso, la respuesta es «no». Pero ¿quién soy yo para juzgarme?

~Rafael Sarmentero

Solo muy recientemente que se impuso el concepto de quererse a uno mismo o ser uno mismo. En la historia de la civilización occidental, que es esencialmente la de la cultura judeo-cristiana , nunca se consideró que un ser humano debiera ser él mismo ni mucho menos que debiera quererse a sí mismo. Pocas cosas más absurdas se podrían haber dicho a una persona que decirle  que estaba incondicionalmente bien o que era incondicionalmente bueno.  Hubiera sido como decir a un niño que siga siempre siendo niño, que no tiene nada que aprender, que no tiene nada que desarrollar y cambiar, que su naturaleza cortoplacista, egoísta, miope y predatoria está bien como está.

Uno ha de querer en sí mismo lo que no es todavía y puede ser, el yo actual no es más que uno de los pasos previos a un mejor yo.  Hasta un budista,  ese religioso sin Dios que tan bien cae en el mundo occidental,  se sentiría insultado si tras no verlo durante un par de años le dijeras «Qué bien se te ve, no has cambiado». El budista quiere cambiar minuto a minuto, en pos de su nirvana, su satori o su paraíso en el ombligo.

Los psicólogos y la sabiduría popular (de hace pocas décadas) han impuesto la ilusión, la ficción moral y existencial, de que uno está bien como es. Es un meme conveniente para los retóricos políticos y comerciales: tú estás bien como eres, luego no tienes que hacer ningún cambio en tu carácter o en la forma de conducirte, puede que no te sientas bien, pero eso no tiene nada que ver con tu esencia personal; si no tienes lo que deseas es por circunstancias externas: la estructura social que todavía no se ha instalado, los mensajes que te mandas por condicionamiento del entorno  o el producto o servicio comercial que todavía no has adquirido.

La sabiduría del consumidor y del votante, no solo su soberanía,  están por encima de todo y basta con un voto político  y un voto monetario en forma de compra para lograr lo que uno  desea.

Cualquier insinuación de que la felicidad o la situación en la que uno vive tiene que ver con uno mismo se considera como una crítica despiadada y cruel a un inocente desvalido fruto de sus circunstancias; esa insinuación bienintencionada se percibiría como un arma arrojadiza desalmada propia de privilegiados y «fascistas» (curiosa palabra que ha perdido su sentido  original y  venido a significar «todo aquello que desprecio»).

Pero no es solo que dando a entender que uno está bien como está se exima al aludido de su responsabilidad sobre sus circunstancias, es también que implícitamente se da a entender que  ninguna dirección vital o propósito es superior, por lo tanto no hay criterio por la que juzgar nuestros actos más allá del no hacer daño a los demás o cumplir con las costumbres del momento. En tanto y cuanto no perjudiques directamente a nadie puedes hacer con tu vida lo que quieras de acuerdo a tu naturaleza, esencia o propensiones.

El existencialismo filosófico cuando ha salido de su torre de marfil académica y llegado  a las plazuelas se ha convertido en una triste justificación moral para las vidas más insignificantes o más abyectas. De la vida buena y la acción virtuosa se ha pasado a la vida auténtica y a tratar de  ser uno mismo en cada uno de nuestros actos.

Puesto que ya no hay reglas ni valores superiores al vive y deja vivir y el sé tú mismo, las vidas resultantes de esta ideología (término que significa «aquellos sistemas de creencias que no son los míos») pierden la orientación y la energía que un propósito transcendente y una orientación clara hubiera proporcionado al sujeto.

Contrasta mi  invectiva  con el mensaje que sueles recibir en los blogs de desarrollo personal, psicología popular, bienestar o política. ¿Cuántas veces te han dicho que tú eres el problema, que estás esencialmente corrupto o que hay criterios de conducta y fines vitales mejores que la búsqueda de la satisfacción y el bienestar personal? Pocas veces, supongo. Quizá hace décadas, si acudías a misa, podías encontrar algún mensaje remotamente parecido, no hoy en día .

Te traigo, pues, una mala noticia: no estás bien como eres, no seas tú mismo, –en tu caso, es casi mejor que seas cualquier otro, al menos así podrás comparar–. Eres profundamente imperfecto y siempre lo serás, solo puedes mejorar un poco; la corrupción, la entropía, el desorden, la degeneración y la desintegración son el destino natural de la carne fresca y de los espíritus. La mejora, el progreso, solo es una posibilidad entre otras muchas, poco probable y difícil de lograr.

Hasta la próxima, mierdecilla.

 

 

3 comentarios sobre “No seas tú mismo

  1. Buenas! Aquí Jaír, de EfectiVida.
    Efectivamente, hay muchas corrientes de pensamiento muy atractivas, pero tremendamente inútiles.
    Tengo una pregunta (bueno, tengo muchas, pero sobre todo una) para los que creen en reencarnación pero no en Dios. ¿Quién decide de forma justa en qué te vas a reencarnar? ¿Quién decide lo que es justo? Y otra más y lo dejo aquí. Si cada alma se reencarna en otra dependiendo de si hizo bien o mal, ¿por qué cada vez hay más seres humanos? ¿Cómo mejora su vida un pavo real? ¿las bacterias cuentan? ¿Por qué hay animales que se extinguen? Mejor me callo.
    Probablemente todas las frases motivadoras tengan algo de verdad, pero definitivamente, si las tomas literalmente, son absurdas.
    Como la de “puedes conseguir todo lo que te propongas”. ¿Sí? ¿Puedo lograr que el planeta gire al revés?
    O la de “toda la felicidad está en ti”. Díselo a alguien que ha nacido con una enfermedad hereditaria, en un país pobre, con unos padres malvados, y que no ha podido ni siquiera alcanzar la adolescencia porque ha muerto antes en una guerra injusta.
    ¿Y qué te parece la de “debes ser la mejor versión de ti mismo”?
    Bueno, mejor no seguir, porque hay frases de este tipo hasta la saciedad y el hastío.
    Me gusta mucho la reflexión final que has hecho. Quizá un tanto amarga, pero real. Somos imperfectos, hay posibilidad de mejora, aunque depende de circunstancias ajenas y del esfuerzo que le echemos.
    Eso sí, no hay que rendirse. Eso sí que sería un desastre.
    Creo que se puede ser más efectivo en muchas cosas aprendiendo de forma inteligente y aplicando los conceptos con esfuerzo.
    Saludos desde Las Palmas.

  2. Ufff.. has logrado provocarme, imagino que por ahí va tono del artículo.
    Hago meditación desde hace tiempo, leo blogs de productividad, minimalismo y esas cosas, soy tremendamente imperfecto y utilizo herramientas para mejorar, recordar y ayudarme, mis circunstancias no son las más favorables, estoy tratando de mejorar, de desarrollarme, de aportar valor y todo eso.
    Puedo entender lo que planteas de que no es útil convencer a la gente (en general) de que está bien así como está, porque en realidad no está bien! pero no porque SEAN insuficientes o incapaces de ser buenos, sino porque ESTÁN viviendo desde la insuficiencia y la incapacidad.
    Yo entiendo que lo de «ser tú mismo» va mucho más allá de las posibilidades que deja esta sociedad (elegir opciones disponibles) y la forma en que vamos deformando nuestro Ser y convirtiéndonos en nuestro Ego. Ser tú mismo, en el fondo, no es diferente de «Se esa mierdecilla». Pero ser tú mismo no significa no cambiar.
    Efectivamente ni un budista quiere permanecer igual y va cambiando, pero en dirección a ser MÁS EL MISMO y no en dirección a ser OTRA persona.
    El error de concepto pasa por comprender que cada uno verdaderamente si ES suficiente, pero no ESTÁ finalizado su camino.
    Para mi la clave está en eliminar el sufrimiento que se provoca al percibir la diferencia de nuestro supuesto ideal futuro y nuestro imperfecto presente. De ahí que sea más útil aceptar que así ESTAMOS, ya que aceptar para integrar es la única forma de transformarse para llegar SER.

    1. Lo has expresado muy bien, de una forma más espiritual. Y además has extendido la idea con tu interpretación personal. Gracias.

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