Imagina, por ejemplo, que X = gestionar el correo electrónico. Pero lo que sigue a continuación se aplica a cualquier otro tema en el que quieras mejorar.
Buscas en google, escribes las palabras «10 tips manage email» y obtienes 120 millones de resultados:
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Al menos las 8 primeras páginas de resultados te proporcionan enlaces de alta relevancia para lo que buscas. Tienes 200 o 300 enlaces donde podrías obtener consejos.
¿Y ahora qué?
Creo que te has equivocado. Los diez consejos nunca funcionan. No en la medida que tú crees.
Mis 10 razones contra los 10 consejos
- Tu vida no es la vida del que da los consejos. Esos diez consejos son el destilado de la experiencia particular de una persona en tiempo y lugar. Son reglas generales que tienen mucho sentido para la persona que ha experimentado sobre un determinado tema. Las reglas están adaptadas a sus circunstancias, idiosincrasia y valores. Pongamos que el que da los consejos es un hacker de la productividad personal, escribe un blog, da cursos online sobre productividad, mantiene muchos proyectos en paralelo y está obligado a interaccionar con decenas de personas al cabo del día. La pregunta es: ¿tus circunstancias se parecen a las suyas?
- Las consejos son a menudo demasiado rígidos. En este blog he dado el consejo de escribir emails de solo tres líneas. ¿Sería eso suficiente para el tipo de correos que estás acostumbrado a escribir?
- Las excepciones son tan importantes como las reglas. Supongamos que algunos consejos son útiles. ¿Sabrías cómo adaptarlos a tus circunstancias particulares separando el grano de la paja y quedándote con lo que verdaderamente fuera eficaz y eficiente para ti? ¿Deberías aplicar la regla de los minutos con las acciones que se deriven de la revisión de tu correo?
- A los consejos desnudos les falta el ropaje de la verificación empírica. Está claro que debes testar las reglas, excluir las no necesarias o excesivamente complicadas, y transformar los consejos hasta que des con algo que funcione para ti. Por ejemplo, has de procesar el correo como máximo 2 veces al día según un consejo habitual de los gurús del e-mail. ¿Te lo puedes permitir? ¿Hay algún jefe o colega o proyecto urgente que requiere un flujo ininterrumpido de comunicación? Eso solo lo puedes saber tú, no el consejero.
- No tienes lo que hay que tener. Sobre todo te falta voluntad. Establecer e internalizar cualquier sistema lleva tiempo. Hasta que formas un hábito necesitas dedicar esfuerzo mental diario. Muchas de los consejos son contraintuitivos y seguir reglas es incómodo al principio. Un sistema de productividad completo como el GTD de David Allen parece lógico sobre el papel y es un ideal. Pero… ¿tienes la fuerza de voluntad, paciencia y determinación para establecerlo? Siguiendo nuestro tema de la gestión del email: ¿vencerás el impulso de seleccionar el correo e ir a por lo más llamativo en vez de procesarlo secuencialmente? ¿serás capaz de no revisar compulsivamente el email a lo largo del día?
- Los consejos son ocurrencias muchas veces inconexas y contradictorias. Ningún conjunto de consejos capta los matices, riqueza y complejidad de tu flujo de trabajo. Muchos decálogos son lugares comunes mal digeridos que no están integrados entre sí. En vez de pensar en el sistema y las metas generales se ponen parches en forma de consejos. Cualquier pseudogurú puede escribir una lista de diez consejos.
- Si las circunstancias cambian, las reglas deben cambiar. Si te aferras a un sistema puedes hacer más difícil el adaptarte a los cambios.
- Los diez consejos de alguien, son SUS diez consejos. Pierdes la sensación de autoría. En vez de crear un diseño propio, fruto de la experiencia y el ajuste y refinamiento continuo, te contentas con un traje de talla única que solo por casualidad se adaptará a tus necesidades.
- Realmente no alcanzas a entender el significado exacto de los consejos. Es posible que no comprendas lo que significan o cómo puedes aplicarlos hasta que hayas hecho un esfuerzo consciente por resolver tú mismo el problema. ¿Has pensado seriamente en cómo gestionar el correo electrónico o te has limitado a ir poniendo parches e imitar los sistemas con los que por casualidad te has ido topando a lo largo del tiempo?
- Diez consejos son muchos consejos o demasiados pocos. Se escoge la cifra de diez porque es una cifra redonda que tiene connotaciones casi mágicas. Somos muy aficionados a los decálogos. A veces bastarían con solo tres consejos, otras veces necesitarás treinta. Por ejemplo, yo reduje las reglas de gestión de correo a solo tres en Bandeja de correo virginal. Pero tú podrías necesitar catorce.
Pensamientos finales
- Estas diez razones tampoco sirven para descartar siempre los diez consejos sobre X.
- Las razones por las que alguien da un consejo son más interesantes que los mismos consejos.
- Siempre estamos buscando atajos para no pensar y el mercado de productos e ideas nos los proporciona.
- Si no creas tu propio sistema, estás condenado a seguir el de algún otro o dejar tu comportamiento al azar.
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Te daré una razón por la que funcionan: funcionan porque la gente los quiere leer.
No soy partidario de las listas. Antes de comenzar el blog me preguntaba porque todos los blogs están llenos de posts así. Cuando empiezas el blog y te das cuenta de que funcionan, entonces no puedes evitar acudir a ellos.
Yo les veo una gran ventaja: son fáciles y agradables de leer, el tema cambia cada párrafo y no necesitas leer un párrafo que no te guste para leer el siguiente.
Y les veo un gran inconveniente, terminas adaptando el material al número. Por ejemplo aquí tú número 1 y tú número 8 son básicamente lo mismo.
Aprecio desde luego la ironía de escribir un post de 10 consejos acerca de como evitar los posts de 10 consejos.
Un saludo.
Sí, en el 8 tenía que haber recalcado o haberme centrado en la sensación de autoría, pero quedo diluída y al final repetí la 1. Eso suele ocurrir también en las listas: algunos elementos se parecen.
Gracias, Pepito.
Sí, hemos llegado a un extremo tan tan tan racional y productivo (tan de hemisferio izquierdo) que la gente busca listas sencillas de pasos concretos que hacer para conseguir tal o cual cosa. Supongo que en parte se debe a cómo educamos nuestro cerebro en la infancia y en parte por la saturación de información a la que estamos expuestos (y una lista de 10 pasos es mucho más digerible que todo un libro o un blog al respecto). Pero yo creo que más allá de favorecer una lectura rápida y dejarnos con la sensación de que ya sabemos la teoría de cómo hacerlo, la cosa no tiene consecuencias, porque los lectores en general no suelen practicar después aquello sobre lo que se interesan. Así que esta es la verdadera razón por la que las listas de 10 tips no funcionan, porque nadie las pone en práctica una vez leídas.
Ni siquiera son los 10 consejos del que los escribe; dado que se fuerza a que sean 10, suelen ser 6 ó 7 del que escribe y otro 3-4 de otra persona, de otro.
Una buna idea sería repetir los consejos a partir del sexto o séptimo o crear un bucle. O que el sexto consejo fuera «no leer los siguientes consejos». O dejar unas líneas en blanco para que los rellenara el lector. O enlazar con un vídeo musical tan bueno como el que se puso aquí hace unos meses: http://www.youtube.com/watch?v=vW5eUA0I938
Existe también la posibilidad de que los consejos 1 al 10 fueran pura y simplemente «Mu»
Cierto, las listas funcionan. Aunque se suele escanear el título de cada punto y se pasa olímpicamente de la descripción. Estoy bastante de acuerdo con el resto de comentarios, me gusta la gente que comenta en este blog 🙂
Las listas de 10 consejos funcionan, ya lo creo que funcionan, hay dos razones:
1) Como ya han comentado antes, resulta un formato ultra-digerible, no hace falta leerse un libro, ni siquiera un artículo completo.
2) Aplicar los consejos implica un trabajo y una reflexión sobre un tema muy concreto. Aunque se de el improbable caso de que ninguno de los consejos sea útil, ese trabajo habrá hecho que saquemos nuestras propias conclusiones y mejoremos. Por ejemplo, puede ser que consultar el correo 2 veces al día no nos sirva a nosotros, pero al realizar el esfuerzo de aplicar ese consejo, igual llegamos a la conclusión de que en lugar de leer compulsivamente el email, nos vale con mirarlo 4 veces al día.
Lógicamente quien no aplica los consejos, no consigue que funcionen, eso es como mirar una partitura y esperar que suene sola, ¡hay que pringarse!
Homo Minimus, eres un maestro de la ironía 🙂