Memoria del futuro

Klara Atlasova nació en 1919. Durante la guerra se encontraba en Zvolen, Checoslovaquia. Fue deportada en un transporte desde Žilina, Trenčín, Eslovaquia (Checoslovaquia) a Auschwitz, Polonia, el 17/04/1942.

Klara fue asesinada en la Shoah (según esta fuente).

Este registro procede de la Base Central de Datos de las Víctimas de la Shoah en Yad Vashem.


Recordar a una persona desconocida asesinada en la Shoah, de la que apenas sabemos unas fechas y un lugar, es como restaurar una lápida antigua y erosionada, o, quizá, más precisamente, dar sepultura a quien nunca la tuvo: no recuperamos la voz, ni el rostro, ni la vida completa, pero al limpiar el nombre y las fechas devolvemos algo esencial: la prueba de que esa persona existió y de que su desaparición no fue anónima.

Ciertamente, la memoria es selectiva. Uno recuerda aquello relacionado con lo que cree, con lo que es o con lo que quiere ser. Tú puedes elegir qué memorias desempolvar o desenterrar.

Vivir sin historia es vivir un presente incomprendido e incomprensible. Vivir sin historia es vivir sin futuro.

Este shabbat me paro para recuperar el pasado y recordar mi futuro.