Sesgo de confirmación: Steve Jobs vs Einstein

Sesgo de confirmación: Steve Jobs vs Einstein

El sesgo de confirmación es un fenómeno cognitivo ampliamente documentado. Consiste en que las personas seleccionamos la información que confirma nuestras creencias y descartamos o no tenemos en cuenta la que es conflictiva con ellas. Cuanto mayor es la fuerza emocional asociada a la creencia, más probable es que seamos víctimas del sesgo de confirmación.

Este sesgo es un obstáculo para el aprendizaje. Cuando creemos saber algo, es mucho más fácil que encontremos ejemplos confirmatorios de lo que creemos saber a que busquemos activamente experiencias que pongan en entredicho o refuten la creencia. Si alguna vez encontramos ejemplos amenazantes, es muy probable que los ignoremos o los desacreditemos como irrelevantes o como carentes de fuerza probatoria.

1982-steve-jobs minimalista

Yo me encuentro constantemente en mi comportamiento diario con el sesgo de confirmación. Y cuando pienso o escribo sobre minimalismo estoy siempre buscando la información o historias que me ratifican en mis creencias minimalistas.

El minimalismo existencial va de la mano de una serie de ideas de la que es fácil encontrar ejemplos atractivos o historias de éxito. El mismo Steve Jobs, su forma de vestir, su filosofía de diseño de productos y hasta su casa en 1982, como vemos en la foto de arriba, son un buen ejemplo de minimalismo.

Como yo asocio el minimalismo con el éxito, con la productividad y todo lo que me resulta estéticamente atractivo, no puedo dejar de pasar imágenes como la de arriba.

Steve Jobs es exitoso –> La casa de Steve Jobs es minimalista –> Confirmo que el minimalismo es una filosofía de la vida exitosa al estar avalada por gente como Jobs.

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Un día leía una revista y encontré una entrevista al diseñador Philippe Starck. Decía que el siglo xxi era la era de lo no material, de lo espiritual, del retorno al ser humano. Aseguraba que si la entrevistadora le pidiera que le diseñara un radiador, él se limitaría a abrazarla y preguntarle: «¿Tiene ahora más calor?», porque sería posible que no fuera cuestión de frío sino de amor. Me pareció una muestra de humor minimalista existencial de la mejor especie.

Siempre estoy buscando (y encontrando) muestras de lo bueno que es el minimalismo. Como si fuera una embarazada que de repente empieza a ver bebés y mujeres embarazadas en todos lados; o el comprador de un coche que de la noche a la mañana encuentra su ciudad poblada del mismo modelo que acaba de adquirir.

Si me intereso por la poesía, tiene que ser la poesía minimalista de los haikus; si me intereso por la programación, me centro en la legibilidad y la máxima simplicidad; si me intereso por la arquitectura, tiene que ser siempre de espacios abiertos, superficies diáfanas y colores blancos; y si se trata de literatura, no me olvido nunca de Ernesto Hemingway, su economía de expresión y sus frases cortas.

Escritorio de Einstein el día de su muerte

Y un día me encuentro con esta foto. El escritorio de Einstein el día de su muerte. Todo menos minimalista. Nada de superficies diáfanas, espacios en blanco o simetrías. Y se me caen los pelos del sombrajo.

Lo mejor sería ignorarlo. Pero,  ¿acaso no refuta esto mi obsesión por el escritorio libre de papeles, las habitaciones libres de trastos, el minimalismo zen? Einstein, que tiene tantas frases buenas y  del que he contado anécdotas de sabor minimalista, no tenía un espacio de trabajo minimalista. Su mente estaba ordenada aunque su espacio no lo estuviera. ¿Qué hago con esto? ¿Cómo lo racionalizo?

No sé.

19 comentarios sobre “Sesgo de confirmación: Steve Jobs vs Einstein

  1. Me gusta tu reflexión sobre el minimalismo y sobre todo los ejemplos con los que ilustras el artículo.
    Aunque tengo mi propia opinión en el desconocimiento de esos personajes…
    Job (al que tengo por un genio igual que mi homónimo en nombre Alberto Einstein) el primero me parecía no un minimalista sino un poco friki.. lo mismo que Albert E.
    El despacho revuelto y en desorden no dice mucho, es solo un instante (instantánea) que no indica que siempre fuera de ese modo. Te sugiero que hagas un experimento que hago de forma regular: Tomo una instantánea fotográfica del entorno que uso, la guardo sin visualizarla, pasados unos días la miro y la cotejo con la realidad en ese momento, me dirá si soy minimalista en cuento a espacio de uso o simplemente un desastre de tío.
    He comparado esa foto con mi mesa en este mismo momento y hay muy poca diferencia…
    Pero es debido seguramente a lo complicado que he tenido hoy mi productividad… o no.
    Un saludo.
    Alberto Antonio (Ávalon)

  2. Creo que la mayoría de las personas necesitan el orden para sobrevivir, pero para ese genio el caos era un orden por descifrar, y en ello pasó su vida.

    1. «El caos era un orden por descifrar» —-> Me gusta esta frase. Muy bien traída.
      Todos necesitamos un cierto orden para sobrevivir, pero también prosperamos en el desorden y la variación. Yo no tengo todavía muy claro cuándo necesitamos más de uno y cuándo más del otro.

  3. A mí me parece que este post, es profundamente interesante. Es una muestra de sinceridad, de algo que nos ocurre a todos. Nos creamos una identidad hecha de pensamientos cerrados y de ideas preconcebidas y después, hacemos lo posible para reforzarla contra todo, y especialmente contra la realidad.
    Pero la realidad se empeña, cruel, en mostrarnos ejemplos de que las cosas no siempre son así.
    Yo no soy minimalista, pero así como hay personajes que me puedo imaginar minimalistas, a Einstein no me lo puedo imaginar minimalista. Supongo que es un prejuicio o que no me puedo imaginar un científico enfrascado en sus ideas etéreas pendiente de si la superficie de su mesa estaba perfectamente limpia.
    La cuestión minimus es la alternativa. La alternativa a encontrarse con ejemplos de lo contrario que predicamos sería el ser Mesias de realidades indemostrables e indiscutibles, y eso sí que sería triste.
    A mí me parece extraordinariamente sano que de vez en cuando dudemos de todo, y admitamos que no siempre el mundo es como desearíamos que fuera. Eso es lo que nos permite avanzar. Un saludo y enhorabuena por el post.

    1. Aunque Einstein no sería un minimalista en sentido estricto, sí que era un gran simplificador.

      Decía que todo debía hacerse lo más simple posible, pero… no más de lo que era. Entre algo simple y algo simplista está la línea de la racionalidad y la funcionalidad.

  4. Yo como que sufro aún más de sesgo de confirmación minimalita que tú, porque creo que hay una manera de argumentar que el escritorio de Einstein bien podría ser minimalista 😀 Puede que el escritorio de Einstein no sea minimalista desde un punto de vista estético, pero si definimos el minimalismo existencial como el arte de eliminar todo aquello que no contribuya (o que sustraiga) significado a nuestras vidas, entonces no poidríamos emitir un juicio sobre si el escritorio einsteniano es minimalista o no sin saber nada sobre el significado de los objetos que están sobre él para Einstein: puede que todo lo que está sobre su escritorio le es verdaderamente útil en sus investigaciones, o que algunos objetos tuviesen un valor sentimental, o que le ayudaran a reforzar un ritual de inspiración creativa. Por otro lado, Einstein, al igual que muchos científicos de su talla, era un tipo asbolutamente enfocado a aquello que aportaba a su vida más significado que cualquier otra actividad: la ciencia. Y creo que tal como lo entendemos, esa capacidad de enfocarse en lo significativo es lo que define al minimalismo existencial, no te parece?

    1. Absolutamente de acuerdo con lo que dices, Alan. Esa es la marca del minimalismo existencial: capacidad de enfocarse en lo significativo.

      Estoy de acuerdo con Mortizzia y contigo en que quizá el escritorio de Einstein sea minimalista a su modo, o en sus propios términos.

  5. Muy interesante reflexión.
    La percepción humana dista mucho de ser perfecta, de ahí las múltiples interpretaciones que tenemos de la realidad. El. sesgo del que hablas es una de las estrategias que usa nuestro cerebro a la hora de ‘acomodar’ la realidad a sus expectativas. La única manera de influir en estos procesos inconscientes es hacerlos conscientes para luego racionalizarlos y poder así modificarlos.
    La racionalización también se ve influida por nuestro ‘bagage’ subconsciente en forma de creencias, valores y prejuicios, lo que dificulta el proceso. No nos queda más remedio que seguir trabajando en mejorar nuestras capacidades y nuestro funcionamiento a base de esfuerzo, constancia y flexibilidad.
    Parece ser que la meditación es una fuente de grandes aprendizajes por lo que fomentarla se ha convertido en una de mis metas. Quizá de esta manera consiga tener un poco más de claridad acerca de lo que debo hacer para mejorar o, sencillamente, hacerlo ya es mejorar.
    Buen artículo.

  6. Yo lo veo minimalista. Hay libros, artículos, libretas. Mesa y silla, pizarra, estanterías. Todo encaja. No hay instrumental, no hay fotos, no hay plantitas, no hay basura, no hay tazas desperdigadas, no hay pijadas varias. A lo mejor es que he visto demasiados laboratorios y despachos de físicos y todos están peor.

    1. Ciertamente, todo lo que hay encima de la mesa y en las estanterías es funcional. Es cierto. Quizá también se pueda ser minimalista o simplificador en unos ámbitos de la vida y no tanto en otros. Puesto que la simplificación es un esfuerzo consciente, quizá no sea económico intentar aplicarlo a todo.

  7. Que todo quieres que sea minimalista?, Me gusta algo del minimalismo pero tanto a tu extremo no.
    No creo que pueda ser minimalista en cuanto la música, la literatura, y eso de meditación en algo pero tampoco tan obsesivo.
    La lampara de Jobs no se ve tan minimalista que digamos.

    1. Yo no quiero que «todo» sea minimalista. Me gusta la idea y tiro de ese hilo intentando extraer consecuencias en muchas áreas de la vida. Pero no necesariamente quiero que todo sea minimalista o aplique el minimalismo a todo. De una idea tan sencilla no espero poder obtener aplicaciones infinitas.

      Traes un tema importante a colación: ¿se puede ser demasiado minimalista? Escribiré un artículo sobre eso.

  8. Como sabes estoy leyendo y me he detenido aquí, tenía que comentarlo aunque en general opino como todos los que hemos dado nuestras impresiones.
    Einstein estaba a otro nivel, como tu dices su mente estaba enfocada. Creo que tan enfocada que ya no distinguía su medio.
    En cuanto al fondo de tu reflexión estoy de acuerdo, yo también busco constantemente confirmaciones de que lo que creo es cierto y creo que todos lo hacemos, buscamos amigos afines al tema, los cristianos van a la iglesia o se rodean de cruces, los futbolistas viven para el fútbol; en fin, cuando te gusta algo y sabes que es lo que quieres para mucho tiempo, no veo mal rodearte de ello. Cada cual es libre de creer lo que quiera ¿no?
    Pero si hay que aceptar cuando la realidad nos contradice, o más bien, como ha ocurrido aquí, que no para todo el mundo las cosas son iguales aunque estemos en la misma realidad. El minimalismo es bueno pero yo creo que no todo el mundo está preparado para él. Creo que el caos también hace falta para que brille el orden y que, para alguien que no seas tu, el caos puede ser igualmente provechoso, incluso cómodo, puede haber quien ame el caos y lo entienda, al fin y al cabo es su propio caos. No está para ser entendido por el resto.
    Katherine.

  9. Hola Homo Minimus, en la web:

    http://www.spd.org/2011/10/newsweeklies-and-steve-jobs.php

    se pueden ver fotografías de Jobs en distintas situaciones. Entre ellas está la famosa fotografía en medio de una habitación vacía que reproduces en el artículo. Pero observa también la foto del estudio de su casa. En esa web la fotografía tiene como pie el texto «Photograph of Steve Jobs in his home office, December 2004, by Diana Walker». No parece que Jobs fuese tan minimalista, al menos no en todos los aspectos o no siempre.

    Una idea tentativa: Los minimalistas suelen/solemos ser gente ordenada; pero ser ordenado y ser creativo no es exactamente lo mismo. Sospecho que se dan todas las combinaciones con estas dos cualidades.

    1. Gracias por la aportación. No conocía esa foto de Jobs. Ciertamente, parece que no era extremadamente ordenado. El minimalismo podía estar en sus productos, pero no en su despacho. No, no creo que ser ordenado y ser creativo sean exactamente lo mismo; al menos si nos referimos a un orden físico. Tampoco mentalmente creo que el exceso de orden, que puede llevar a categorías poco fluidas, contribuya demasiado a la creatividad. Supongo que es una tensión entre estructura, para no caer en el caos, y diversidad y experimentos, para favorecer sorpresas eficaces que permitan avanzar en los proyectos.

  10. Gratamente hoy me he topado con este Blog. Excelentes reflexiones de la vida y del día a día.

    Deseo complementar con algo que me encanta de Einstein y que encaja en este mismo tema.

    Su objetivo de vida era: «Encontrar los pensamientos de Dios en una sola pulgada, en una sola formula». Lo del escritorio es solo protocolo y forma, el objetivo es el fondo.

    Saludos, felicitaciones por el trabajo social.

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