Bloguero a la carta: 100 platos en el menú

Quiero dejar de escribir para mí mismo y escribir para vosotros. Y para haceros la vida fácil, os voy a dar un menú de artículos. Me gustaría que eligieráis vuestro menú para la próxima semana. Tres temas para tres artículos. Elegid un primero, un segundo y un postre. Los que más repita la gente,  sobre eso escribiré. El menú es largo, son 100 platos. Si yo fuera vosotros, emplearía la regla de los treinta segundos de elección del menú. Pero afortunadamente (para vosotros) no soy vosotros. Así que haced de vuestra capa un sayo.

Becky checking out a menu
Estos son los 100 platos:

  1. Qué hacer en una noche de apagón.
  2. Cómo convertir a tu mujer en minimalista.
  3. Las 10 mejores maneras para hacerte la vida imposible.
  4. Los 3 hábitos que cambiarán tu vida.
  5. Cómo viajar ligero de equipaje y no morir en el intento.
  6. La vida tiene sentido, la vida tiene sentido, la vida tiene sentido.
  7. El arte por helarte.
  8. ¿Es homo minimus minimalista?
  9. Por qué volverte minimalista
  10. Los 3 blogueros que más han influenciado.
  11. El buen artista copia, el genio roba.
  12. Qué haría si me quedara un día de vida
  13. Cena con extraños
  14. La insoportable pesadez de la autoayuda
  15. 7 mitos de la autoayuda
  16. En el término medio está el vicio
  17. Todo lo que proclamo es mentira
  18. Rizando el rizo.
  19. Sociedad de perdedores
  20. Estado mínimo
  21. Por qué has de sacar a tus niños del colegio
  22. La irresistible seducción de la mentira
  23. Si no vienes a mí, la montaña irá a Mahoma.
  24. Nunca es pronto si la dicha es mala.
  25. Ante la duda, quédate con todo
  26. Elogio del materialismo
  27. La cantidad es el antepasado de la calidad
  28. Minimalismo mal entendido
  29. Sinrey, sindios, sin alma
  30. Todo o nada
  31. La asertividad es para monjas
  32. Nos encontraremos en el campo de batalla
  33. Rivaliza con el mismo diablo.
  34. Pon puertas al campo
  35. El agua de regaliz nunca nos hizo felices
  36. Por qué te odio sin haberte nunca conocido
  37. Cómo escribir titulares que espanten
  38. El demonio es nuestro dios
  39. Si te cansas, des-cansa.
  40. Todo está por inventarse
  41. El tipo más genial que nunca he conocido
  42. Un ramo de rosas para la más loca
  43. Sembrando tempestades crecen buenos rosales
  44. Un alma alambicada hace buenos versos
  45. Loquiloquio.
  46. Amanece  en la bocacalle de un verso.
  47. Senderos de gloria
  48. Menos es mucho menos.
  49. Rumorosos recuerdos
  50. Palabras verdes burbujeantes sestean
  51. Elogio de la ociosidad
  52. Lento pero inseguro
  53. Lo que no está no existe
  54. El poder del  NO
  55. Nunca se escribió nada de los cuerdos
  56. Violines diabólicos en la madrugada
  57. Remando  en el cieno
  58. Lo pequeño es hermoso.
  59. Ni tirios ni troyanos
  60. ¿Cuántas velas has soplado?
  61. Lo único que necesitas para ser un empresario
  62. Por qué detesto la palabra emprendedor
  63. Sin guarnición, por favor.
  64. 4 razones para ser casto
  65. 15 razones para casarse
  66. Tres libros imprescindibles
  67. Si empezara de nuevo
  68. El poder del compromiso
  69. Quema las naves
  70. Práctica, practica.
  71. Me fugué con el carrito de los helados
  72. Por qué jamás te pueden faltar ideas
  73. Lo mejor de todo
  74. Actos aleatorios de grandeza
  75. Agradece todo lo que te da miedo
  76. Bucanero de ti mismo.
  77. 3 consejos para la posteridad
  78. De lo que estoy orgulloso
  79. Jamás esperes que te den las gracias
  80. Truco para memorizar números
  81. La falacia de las 10.000 horas
  82. Vida deliberada
  83. Una vida examinada no vale la pena vivirse
  84. Director del Universo Sociedad Anónima
  85. Lógica y mística minimalista
  86. Por qué no puedes esperar ni un minuto
  87. Cómo convertirte en una máquina de hacer salchichas
  88. Sangrando agujas por los poros de tus neuronas
  89. Nunca faltan ideas si no tienes vergüenza
  90. Los tres autores minimalistas en español que más aborrezco
  91. 91 razones para no leer este artículo
  92. Estoy a punto de alcanzarte:  ¡demonio!
  93. Tres habilidades que te harán de oro
  94. No soporto a los plomos
  95. Huye de la gente aburrida
  96. Algunos tipos-frontera
  97. Mis influencias nunca me determinaron
  98. Cargo-minimalismo
  99. ¿Demasiado minimalismo?
  100. El suscriptor 1000 de este blog

47 comentarios sobre “Bloguero a la carta: 100 platos en el menú

    1. Se come los martes, jueves y sábados. A las 8:59 estará servido el plato, pero si llegas más tarde, no pasa nada, tenemos microondas y te lo calentamos; a menos que sea algún plato frío, como el de la venganza, que lo mantendremos en la nevera.

  1. Los 3 hábitos que cambiarán tu vida.
    Todo está por inventarse.
    Agradece todo lo que te da miedo.

    Y por curiosidad (aunque no sea para escribir de él y para que nos informes):

    Tres libros imprescindibles.

    1. Bueno, la promoción de menú-invitación incluye solo primero, segundo y postre. En el caso de que su curiosa gula se quede con hambre, tendré que cobrar una cantidad adicional. Pero dado que usted es asiduo de nuestro restaurante, quizá hagamos una excepción.

  2. Un ramo de rosas para la más loca
    4 razones para ser casto
    Por qué jamás te pueden faltar ideas

    Y para beber una botella de lambrusco. Tinto por favor. Y muy frío.
    ( Elegido en aproximadamente dos minutos. No se puede aplicar la regla de los 30 segundos si tardas uno y medio en leer el menú)
    Por cierto, faltan los precios, espero por su bien que no sea demasiado caro.

  3. A mí también me ha costado leerlo y he tardado un montón.

    Por si sirve de algo coincido con entusiasmado en «Por qué jamás te pueden faltar ideas».

    Había elegido unas 7-9 opciones y tuve que ir borrando…

  4. La vida tiene sentido, la vida tiene sentido, la vida tiene sentido.
    En el término medio está el vicio
    Si no vienes a mí, la montaña irá a Mahoma.

    Y para beber lo mismo que los demás, para no complicarme la vida con el último detalle después de elegir menú en tiempo record. Lo reconozco, soy de las que tarda en decidir qué comer, aunque suele ser porque me distraigo.

  5. Primer plato: cena con extraños
    Segundo plato: Sembrando tempestades crecen buenos rosales
    Postre: Nunca faltan ideas si no tienes vergüenza

    El café y el chupito me los tomaré a tu salud leyendo estos artículos.

  6. Soy incapaz de elegir 3, así que me dejo aconsejar por el chef. Mi elección:

    Los 3 hábitos que cambiarán tu vida.
    Los 3 blogueros que más han influenciado.
    El tipo más genial que nunca he conocido
    Tres libros imprescindibles
    Por qué jamás te pueden faltar ideas
    Tres habilidades que te harán de oro

  7. Primer planto: Un ramo de rosas para la más loca.
    Segundo plato: Agradece todo lo que te da miedo.
    Postre: Nunca faltan ideas si no tienes vergüenza.

    Ah! y no me importa empezar por el postre

  8. Lo curioso es que se pueden clasificar los platos del menú en dos tipos:

    A) Aquellos en los que el título ya nos ofrece un resumen del mensaje y de la idea: El buen artista copia, el genio roba. La cantidad es el antepasado de la calidad. Sembrando tempestades crecen buenos rosales. Etc.

    B) Aquellos cuyo título excita nuestra imaginación: Un ramo de rosas para la más loca. Los tres autores minimalistas en español que más aborrezco. Estoy a punto de alcanzarte: ¡demonio! Etc.

    Supongo que pasa parecido con los platos de un menú:

    A) Huevos fritos con patatas, etc.

    B) Alegoría del atardecer laminado, engalanado con esencias de lágrimas rojas de primavera, etc.

  9. Como soy un tragón compulsivo (modo ironía) Yo solicito tres platos (repito postre).
    Punto 8 y 9.
    De postre dos: el 28 y el 99.

    Un saludo
    Ávalon

  10. Lo he decidido en menos de 30 segundos: los quiero probar todos 🙂
    Pero, para empezar a saborear:
    9. Porqué volverte minimalista.
    10. Los 3 blogueros que más me han influenciado.

    Y necesito urgentemente que me expliques porqué «ni tirios ni troyanos» (59).

    Agua, por favor, que ya he bebido bastante Lambrusco por hoy.

    ¡¡Gracias!! 🙂

  11. Me genera curiosidad: «Cómo convertir a tu mujer en minimalista» y ya te lo voy discutiendo antes de que siquiera lo escribas, con las disculpas del caso…

    Entre los hábitos que aprendemos las mujeres (en un marco de sexismo y la desigualdad de género que mamamos de pequeñas), hay mil cosas inútiles y que nos hacen perder tiempo y energía: depilación, vestuario, maquillaje, peinado, dietas, etc. También hay miedos que nos generan los nuevos roles: no ganar suficiente dinero, no avanzar en el trabajo, no ser productivas, no demostrar que valemos lo suficiente. A menudo las mujeres somos presas fáciles de la multitarea. Y sentimos que ser multifuncionales es una virtud que natura nos ha regalado sin darnos cuenta de cuánto nos perjudicamos con esa actitud.

    Todo esto es fruto de la educación y la vida en sociedad, no es natural. Hay muchas cosas de una vida minimalista que nos vendrían genial, que nos harían más libres e iguales a nuestros pares masculinos.

    Sin embargo, no creo que las mujeres necesitemos que venga un marido, novio o pareja a enseñarnos a ser más minimalistas. Es decir: ¿ustedes, tan prácticos y tan focalizados, nos van a enseñar a vivir mejor? Se agradece la ayuda, pero las mujeres podemos aprender estas cosas de mil maneras, particularmente cada una de sí misma y de su experiencia vivida.

    Me parece que podría ser un post muy útil, pero yo le cambiaría el título y le quitaría ese enfoque tutelar, sustituyéndolo por algo así: «Cosas que las mujeres pueden aprender del minimalismo para ser más libres».

    1. O sea, que la señora no solo me hace un análisis hermeneútico del plato, sino que además critica el nombre del plato. Veremos qué dice el chef. Pero ya le adelanto que es un tipo tosco, casado, con cinco hijos, conservador y de la vieja escuela.

      ¿Algo que decir sobre el plato «Un ramo de rosas para la más loca»?
      ¿No contiene vestigios de roles de género en que el caballero explotador compra a la damisela pasiva-reactiva con unas flores poco funcionales y muy cosméticas que fijan a la receptora del regalo en su rol sumiso? ¿No es quizá una marca intolerable de la sociedad patriarcal que intenta anclar al ser humano de género femenino al pasado con regalos envenenados? ¿No deberíamos quizá cambiar la palabra «loca» por una expresión menos insultante?
      ¿Qué tal «Unos vegetales sin barreras androcéntricas de género para el individuo femenino emancipado con desafíos mentales»?

      1. Uy, vaya, Homominimus, no me esperaba una respuesta así por tu parte al comentario de Mariana. 😦 Qué pena. Desde luego, a las mujeres no se nos permite que «nos movamos de nuestro sitio» Qué pena, de verdad 😦

      2. A mí me encantan las mujeres que no tienen sitio. También simpatizo con los hombres que no tienen sitio. Así que no sientas pena.

      3. El enfoque tutelar sobra, como dice Mariana. Es el único plato que chirría, y eso que tenemos 100 para elegir (alguno hasta muy raro). Que el chef sea de la vieja escuela, igual que las generalizaciones de Luis José Sánchez de «es lo que siempre he visto» no justifica nada en absoluto. Con ese planteamiento, podríamos generalizar también que los seres masculinos son peores intelectualmente porque no pueden realizar varias tareas al mismo tiempo.

        El plato «Un ramo de rosas para la más loca» está teniendo mucho éxito. Poco o nada tiene que ver con caballerosidades patriarcales, así que mal ejemplo. Al menos, dentro de las ocultas motivaciones por las que también lo he elegido en el margen de los 30 sg. de margen.

      4. No, ese plato de un ramo de rosas para la más loca me gusta, no tengo ninguna objeción. Yo podría regalar flores a locas queridas, a mi madre, hermanas, amigas, o una chica a otra chica por motivos románticos. En fin, que las mujeres, al igual que los hombres, regalan flores a las locas y eso no se me hace sospechoso para nada.

        Te lo digo con sinceridad, no buscaba la ofensa sino observar cosas que se nos escapan por vivir en sociedades con desigualdad de género, entre otras.

        Me encantaría leer el post y saber de qué se trata realmente. No buscaba atacarte, solamente comentar un aspecto con sentido crítico. Lo adecuado sería que pudiera juzgar el plato por su sabor y no por su nombre. Quizás el plato en sí no dice nada sobre el preconepto de que las mujeres somos complicadas o sobre la necesidad de ser convertidas por nuestra pareja. Hasta degustar, no sabré.

        Este blog me parece super interesante y creo que sería un buen aporte reflexionar sobre cómo una vida puede se más libre, sencilla y satisfactoria si las mujeres no se la complicaran con los mandatos de los roles de género. Por ejemplo, por la obligación de vernos bonitas o por nuestra supuesta capacidad para la multitarea que nos haría capaces de ganar plata, vernos bien, cuidar a los nenes y ser enfermeras sexys, modelo all in one.

    2. Hola Mariana,

      Con todos mis respetos, creo que cambiar «Cómo convertir a tu mujer en minimalista» por «Cosas que las mujeres pueden aprender del minimalismo para ser más libres» le quita todo la gracia al asunto. Normalmente (aunque las cosas van cambiando poco a poco) a las mujeres les gusta tener el armario lleno de ropa y estar siempre a la moda, les gusta tener muchas cremitas y productos de cosmética, les gustan los bolsos, los zapatos, etc. etc. Todo esto suena a tópico pero es lo que veo a mi alrededor, en mi familia, en el trabajo y en mi círculo de amistades. Creo que es un campo de experimentación ideal para introducir el minimalismo.

      Un saludo

      1. En mi armario hay un sólo par de zapatos para cada estación… No, espera, de entretiempo no hay.
        Llevo un sólo bolso, además de los pequeños y lo que tiene el tamaño mayor que ese bolso, no se viene conmigo (algo que me impide, por ejemplo, llevarme un cuaderno, que es de mis objetos más imprescindibles).
        Ropa, un par de vaqueros (de los que sólo uso uno) y jerseys justos para cada dia de la semana.
        Jamás cambio de pendientes. De las cremas y potingues ya ni hablamos.

        ¿Sigo? Creo que podría competir en minimalismo con cualquier hombre.

        Ah, y soy negada para la multitarea, hasta tal punto que no puedo leer y escuchar música a la vez.

        En fin. No generalicemos.

      2. वह फैशन भी जल्दी ही आने वाला है जब पार्टी के लिए मैचिंग त¬3œ़à¤à&#2¤76;ं๡ क्लोन या रोबोट के रूप में मुहैया होने लगेंगे… 🙂

      3. Creo que es ideal pero que las mujeres nos lo podemos y debemos decirlo a nosotras mismas. Tu post podría ayudar, pero no le hables a los chicos, habla con nosotras y piensa también en cómo el género complica a los varones 🙂

  12. Todos los temas parecen interesantísimos, y más por la forma en que piensas y escribes. Soy tu fan!

    2.Cómo convertir a tu mujer en minimalista.(en este caso a mi marido)
    28.Minimalismo mal entendido
    69.Quema las naves

  13. Ahh se me pasaba darte las gracias, ya que estaba por tomar una decisión importante, que es cambiar de trabajo, y gracias al articulo anterior, ese de lo dificil es nuncanizar, me quite de temores y a quemar las naves!! mañana empiezo en otro trabajo… y feliz!!!!
    Gracias

  14. Después de que la policía de la corrección lingüística en modo preventivo a la minority report, te haya generosamente dado la posibilidad,(aunque con advertencia de seguirte con su mirada escrutadora), de escribir el post, de «como convertir al minimalismo» deberías Homominimus aprovechar la oportunidad y hacerlo. Te aconsejo evitar las palabras, mujer, género, rol, sumisión ( esa la dejamos para los sueños nocturnos) y pelota de playa. La última es una sugerencia mía, No sé porque, pero tengo la intuición de que también le puede resultar ofensiva a alguien.
    Por cierto, el único género es el gramatical y el que venden los tratantes de tela. Lo otro es una cuestión de sexo.
    Un saludo

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