Escribe o muere

No se me ocurre nada. O lo que se me ocurre me parece vacío o insignificante o milvecesvisto. Lo más difícil es empezar. Sobre todo cuando no tienes ninguna idea que parezca prometedora o estimulante. Y hasta me fastidia esta forma de empezar, porque el escribir lo que se te pase por la cabeza está también visto. Y tiene que ser aburrido para quien lo lee. ¿A quién le importa el ombligo del bloguero? Sobre todo cuando al bloguero no se le ocurre qué decir de su ombligo. No creo que publique esto. Pero estoy escribiendo de todas maneras. A ver si sale algo. ¿No hay semejanza entre esta situación del bloqueo del escritor con muchas otras situaciones en la vida? Ahora estoy aplicando la técnica de la escritura libre. Ya hablé hace semanas de mi aplicación mental asesina para el 2013: escribir todos los días al menos 500 palabras. ¿O era un artículo? No, eran 500 palabras. 500 palabras es algo alcanzable. Ahora, por ejemplo, llevo 164. Y me acabo de dar cuenta de que aunque no sabía de qué escribir al principio, ¡acabo de dar con una idea!; vaya, era cierto eso de que la inspiración te encuentra trabajando. Ya sé de qué va a ser este artículo. Este artículo va a ser sobre la aplicación que estoy empleando para escribir estas 500 palabras.

Write or die

Write or Die es un pequeño y sencillo programa cuyo nombre lo dice casi todo. Ha sido una gran ayuda para poner en práctica mi determinación de escribir al menos 500 palabras diarias. Lo único que puedes hacer con Write or Die es escribir en una pantalla en blanco. No hay barras de edición ni ninguna otra distracción. Es un programa perfecto para obligarte a escribir.

Abres la aplicación, determinas el tiempo que quieres escribir y el número de palabras que esperas escribir en ese tiempo. Yo, por ejemplo, he fijado para este artículo que estoy escribiendo 500 palabras en 15 minutos. Puedes experimentar con el ritmo que mejor te vaya, pero está bien que te exijas un ritmo de escritura exigente.

¿Qué más características tiene el programa?

Dos barras de progreso:

  • Progreso del tiempo, para saber cuánto tiempo de escritura te queda.
  • Progreso del número de palabras, para saber cuántas palabras te faltan para cumplir tu cuota.

Pero esto no es todo. Hay otra característica importante. Si te paras más de unos pocos segundos la pantalla se va enrojeciendo hasta que una bocina suena recordándote que no estás escribiendo. En vez de una bocina, puede ser un llanto de un niño, un sonido de violines diabólicos, un despertador o algún otro sonido desagradable. Los periodos de gracia sin escribir  tolerados son configurables.

En el modo gentle del programa, solo aparece un aviso en forma de ventana emergente que te recuerda la obligación de escribir. En el modo kamikaze, si pasas del periodo de gracia, el castigo es terrible:  pierdes  lo escrito.

Por eso no puedes dedicar casi nada de tiempo a corregir la ortografía o la gramática, ni volver hacia atrás para releer o recrearte en lo ya escrito. Incluso, hay una opción que seleccionada te impide  pulsar la tecla de retroceso.

Separación de la escritura  y la edición

Cuando acabas de escribir tienes un montón de palabras escritas. Aunque sientas que es básicamente basura, es un buen primer borrador sobre el que puedes hacer una revisión y construir un artículo aceptable.

La gramática , la estructura y hasta la ortografía serán malas, dependiendo del ritmo que te hayas fijado. Pero está bien que así sea, cuando escribes en régimen de escritura libre quieres desentumecer los músculos verbales y de la imaginación, no ser perfecto. Y este programa es maravilloso para ello, te obliga a escribir hasta cumplir la cuota de palabras fijada.

Una cosa sorprendente: lo que has escrito tan rápido y con tanta urgencia, con el alma siempre pendiendo de un hilo, a veces no es tan infecto. Hay algunos artículos escritos con este sistema que he tenido que retocar muy poco.

Otra ventaja adicional es que la obligación de escribir rápido y pensar rápido neutraliza al crítico interior: te estás centrando en la cantidad de ideas y palabras,  no en la calidad de lo escrito;  tienes licencia para escribir cualquier cosa y no tener remordimientos por ello. La perfección está bien, pero en el largo plazo; en el corto plazo es mejor centrarse en encender el fuego y mantenerlo.

Conclusión

Write or die es el método más eficaz que he encontrado para vencer el bloqueo del escritor y para favorecer la técnica de la escritura libre. Mis artículos más originales han partido casi siempre de sprints de escritura de entre 15 y 25 minutos.
Si queréis probar el programa, tenéis una versión gratuita en línea. La versión de escritorio con todas las características mencionadas se puede comprar por 10 dólares en el mismo sitio.

(Me había propuesto escribir 500 palabras. Una vez entrado en calor y adquirido momentum ha sido fácil seguir escribiendo por encima de la cuota fijada.)

Fin. 830 palabras.

19 comentarios sobre “Escribe o muere

  1. Yo lo maté. Un día me acerqué a él sonriendo, y le pasé un par de páginas. Mientras las leía, con su aspecto de funcionario calificador acostumbrado, saqué de mi bolsillo una daga y sin dejar de sonreír se la clavé en la espalda. Juro que mientras moría aun mascullaba » es una puta mierda, esto es una puta mierda». Saqué la daga, la limpié con un pañuelo, y me la volví a guardar mientras me iba silbando una canción de moda.
    Por supuesto ha resucitado, y por supuesto le sigo presentando lo que escribo, pero mientras lo lee, nunca dejo de acariciar mi daga, por si acaso.

  2. No puedo dejar de recomendaros el libro de Rosanne Bane «Around the Writer’s Block» para todo lo relacionado con matar al «crítico interior», que ella llama «resistidor» («resistor»). Para neutralizarlo ayuda bastante entender su naturaleza, y Bane lo ha estudiado no solo como coach de escritores durante muchos años, sino que ha investigado los orígenes neurológicos del fenómeno con un nivel de detalle verdaderamente impresionante: http://www.amazon.com/dp/158542871X

    1. Ya lo he leído… y lo llama… ¡»saboteur»!
      Genial libro, gracias por la recomendación. Un libro tremendamente útil. Es el primer libro que recomendaría a cualquiera que quisiera dedicarse a la escritura o tuviera la escritura como herramienta de trabajo. Y bien pensando, a cualquiera que tenga vocación de llegar a ser muy bueno en cualquier trabajo.

      Una vez más: gracias por la recomendación, Alan.

  3. Pingback: Anónimo
  4. Se te agradece que escribas… aunque pienses que no se te ocurre nada. Un «minimalista extremo» seguro que llegaría a un estado de no compartir lo que piensa. Aprecio tu generosidad y que compartas tus experiencias.

  5. Pingback: Anónimo
  6. Pingback: Escritura extrema

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